Si Leguisamo fue un gran jockey, Alcaro, en Cuba, parece que lo fue más. Pero Machito con sus afros cubanos le cantó.
El tema es “Baja del Caballo”, y allí Machito cuenta que Alcaro con su experiencia sin par, le dijo que “si fuera negro o fuera bayo, lo iba a tumbar”. No tiene tanto la épica y el azar del mundo hípico de la apuesta en el hipódromo, pero tiene por supuesto el mundo del caballo.
Y caballo que se desboque y se convierta en un
riesgo de allí que el coro muy rico en el montón diga “so, caballo so”.
Si Leguisamo fue un gran jockey, Alcaro, en Cuba, parece que lo fue más. Pero Machito con sus afros cubanos le cantó.
El tema es “Baja del Caballo”, y allí Machito cuenta que Alcaro con su experiencia sin par, le dijo que “si fuera negro o fuera bayo, lo iba a tumbar”. No tiene tanto la épica y el azar del mundo hípico de la apuesta en el hipódromo, pero tiene por supuesto el mundo del caballo.
Y caballo que se desboque y se convierta en un
riesgo de allí que el coro muy rico en el montón diga “so, caballo so”.