¿Dónde está el piloto? – Miguel Ángel Santos

Por: Miguel Ángel Santos

Viven improvisando el día a día, y jugando con la aprobación y elMiguel-Santos escenario electoral

A ratos, la economía y el país en su conjunto parecieran seguir el guión de la saga de películas de los años ochenta ¿Dónde está el piloto? Palabras más, palabras menos, recuerdo que una tenía que ver con un vuelo en donde la tripulación en pleno enfermaba (alguno acaso moría); otra con un error de computación que lanzaba un avión comercial al espacio, en donde se encuentra a la deriva y sin rumbo fijo. En todo caso, los mandos debían ser asumidos por una serie de personajes improvisados, con conocimientos básicos de vuelo adquiridos en una lectura de Selecciones apurada en algún consultorio médico.

Esta secuencia de imágenes se me ha venido a la mente durante una reunión que hemos realizado varios economistas venezolanos para discutir la situación del país. Nos reunimos, por encima de todo, para especular. A fin de cuentas, el tesoro público ha sido quebrado en varios pedazos y la magnitud del déficit solo se puede aproximar. El BCV ha convertido sus comunicados en panfletos de propaganda, y esconde, retarda y manipula las cifras de inflación y escasez. Se dice que tenemos dinero en unos fondos sobre los cuales no existe ningún reporte formal, ninguna certeza, ningún mecanismo de rendición de cuentas.

Diferencias

Siendo así, es natural que nuestras principales diferencias hayan girado alrededor de estos temas. Quisiera centrarme aquí en tres aspectos en particular. Existen diferencias acerca de la magnitud de los activos que mantiene el gobierno en moneda extranjera (fuera de reservas). Algunos le compran la cifra al BCV a valor facial, o bien realizan ajustes. Otros, en cambio, somos más escépticos. Durante ambas campañas electorales hicimos contactos con gente dentro de la administración que nos advirtió que no habría allí más de 6.000 o 7.000 millones de dólares (hace uno o dos años). Además, me asiste la duda de por qué dejaron llegar la situación de inflación y escasez hasta aquí, si tenían lo que otros dicen que tenían y tienen, ahorrados en el exterior. La versión según la cual hay problemas internos en la toma de decisiones no me alcanza, pero se me hace igual de etérea que mi propia argumentación. Ese es el país que tenemos.

Otra diferencia radica en la medida en que cada uno cree que la inflación ya ha incorporado los efectos de la devaluación. Algunos creen que sí, y citan como evidencia la correspondencia entre los movimientos de precios al detal en mercados informales y el mercado paralelo. No descarto la evidencia, pero tampoco la compro del todo. A tasa de cambio promedio (en 2013: 32 bolívares por dólar), nuestra relación de deuda a PIB se aproxima a 140%; a 6,30 no llega a 30%. Una de dos: O toda la inflación proveniente de la macrodevaluación aún no ha sido incorporada en los precios, o ya lo fue y nuestra relación deuda a PIB es un escándalo. Me quedo con la primera: Aún hay muchos productos con aumentos de 200% y 300% aún pendientes de autorización del gobierno.

Déficit a la mitad

La última diferencia significativa es en qué medida la apertura de Sicad II contribuye a mejorar el balance fiscal. Hay algunos que creen que la devaluación eliminará el déficit y la economía se verá mucho mejor en 2015 (en línea con eso, también creen que hay fondos significativos ex reservas y que lo peor de la inflación ya pasó). Yo creo que la contribución de la devaluación podría reducir el déficit a la mitad, porque aún veo muchas divisas liquidadas a 6,30 (Cencoex), a 11,40 (Sicad I), y no creo en la unificación cambiaria.

¿Por qué? El año pasado, el gobierno sacó 10% del PIB en ingresos fiscales imprimiendo dinero y otros 6% del PIB vía represión financiera. Por más que contribuya la devaluación, sería necesario imprimir dinero y mantener tasas de interés negativas. Y así: ¿cómo se libera el cambio sin que haya una fuga de capital? Por otro lado, si el año que viene queremos subir el gasto por inflación, y tenemos los mismos dólares (las exportaciones petroleras están cayendo): ¿cómo lo vamos a hacer sin generar otra macrodevaluación? Es importante no confundir entre lo que funciona en Excel y la vida real allá afuera.

Más allá del recorte en importaciones (privadas) y la caída real de los salarios, no hay mayores signos de ajuste. Siguen imprimiendo billete (95% en doce meses), mantienen liquidaciones a 6,30, ponen multas y cierran locales con base en la ley de máxima ganancia, y aumentan el peso de las importaciones públicas sobre el total. Viven improvisando el día a día, y jugando con la aprobación y el escenario electoral. Chávez se fue y les (nos) dejó la cuenta. Ahora alguien debe pagar. Ellos quieren que sigamos pagando nosotros, y mantenerse ahí. Siendo así, no hay corrección posible. Pierden el pelo, no las mañas.

@miguelsantos12

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