¿Cómo escribo Venezuela? – Rodolfo Izaguirre

Por: Rodolfo Izaguirre

Expresando el dictamen de las 21 Academias de lengua española, la Real Academia Española en la edición revisada de la ortografía de nuestra lengua establece algunas normas sobre el uso de las mayúsculas y las minúsculas iniciales. Entiendo que se trata de normas necesarias y de estricto cumplimiento, si en verdad deseamos mantener un lenguaje correctamente escrito. Pero en el caso venezolano, es decir, en la situación política, social y económica en que me encuentro por no mencionar el erial en el que trata de sobrevivir la cultura, hay normas como las que atañen al uso de las mayúsculas y las minúsculas que me niego a acatar. En un país hundido como está en el pantano de una satrapía militar que violenta constante y permanentemente la Constitución, nos encarcela por expresar nuestro derecho de disentir, agrava día a día el cáncer del genocidio que nos está llevando a la muerte por hambre y por enfermedades que creíamos desterradas y otras activas por falta de medicinas; que aparecemos violentamente asesinados en la calle bien sea por el hampa o por cualquiera de los aparatos represivos armados por el régimen, me niego a reconocer la mayúscula de quienes tanto me humillan y ultrajan.

La Academia establece que en función de su condición o categoría debo escribir con letra inicial mayúscula los nombres propios de Hugo, Nicolás, Diosdado, Tibisay (y todo el aquelarre que estremece los ámbitos del Consejo Electoral o los del Tribunal Supremo de Justicia). Me niego a hacerlo y si debo escribirlos en mis artículos lo haré en minúscula: nicolás, diosdado, tibisay, o emplearé artificios y eufemismos como el manirroto, el que multiplica penes, el capitán, la bruja mayor. ¡Otro tanto haré con sus respectivos apellidos! Igual tratamiento merecen aquellos amigos que hice en tiempos menos oprobiosos, adictos hoy al chavismo madurismo, incapaces de expresar siquiera el menor comentario crítico sobre la catástrofe bolivariana. Permanecen mudos, atrincherados en el silencio cómplice y vergonzoso de un Estado fallido. ¡No los nombro! ¡Ellos se conocen!

Cuando se trate de sustantivos y adjetivos que componen el nombre de alguna institución, entidad u organismo como el mencionado Tribunal Supremo, la Revolución Bolivariana, el Consejo Electoral, el Poder Moral, la Academia pide hacerlo empleando la mayúscula. ¡Perdone, Academia, pero lo haré en minúscula porque siento que no debo tratarlos con la dignidad mayúscula que ellos habrían merecido si no hubiesen cometido tantos atropellos, omisiones y perversidades! Simplemente, no se merecen la mayúscula que les habría otorgado la página 37 de la Ortografía de la Lengua Española publicada por la Academia en 1999.

Los académicos indican que los sobrenombres y apodos con que se designa a determinadas personas o cuando por antonomasia se emplean apelativos en lugar del nombre propio deben escribirse con mayúsculas. Pero yo me niego a hacerlo y escribiré corazón de patria, comandante eterno, obrero presidente siempre en minúsculas. ¡Me ofendería a mí mismo si no lo hiciera así!

Sostienen que cuando se escribe la palabra usted con todas sus letras no debe usarse la mayúscula, pero yo haré lo contrario. Si debo tratar a nicolás de usted lo haré empleando la mayúscula para hacerle notar la distancia y el  disgusto que me merece. Otra observación académica insiste en que debe usarse la mayúscula cuando se trata de nombres que significan entidad o colectividad, pero nuevamente opondré resistencia y escribiré magistratura, presidente de la república, régimen, administración, judicatura, revolución, partido socialista unido de venezuela, guardia nacional bolivariana utilizando la minúscula más minúscula que exista. Pero en cambio, escribiré Iglesia, Ley, Paz, Oposición, Justicia, Democracia, Revocatorio, Libertad con la mayúscula de mayor gloria que encuentre. Si este empeño mío puede ser considerado como una forma de desobediencia civil, ¡bienvenido sea!

Y me pregunto: ¿Cómo debo escribir el nombre de Venezuela? ¿Con minúscula?

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2 comentarios

  1. También desde hace tiempo estoy en desobediencia civil en la escritura al escribir en minúscula porque definitivamente así se han reducido (de paso así mismos). Sin embargo mi amada nación la escribiré en mayúscula siempre Venezuela porque aunque la quieran reducir, aplastar y anularla, jamas debemos permitirlo. Que ellos sean los que queden en evidencia a la luz del mundo, cómo la han reducido en letras y en la realidad.

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