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El periodista Juan Francisco Alonso inicia de esta manera su reseña sobre el acto de instalación del Tribunal Supremo de Justicia para el nuevo año judicial en el día de ayer, en la ciudad de Caracas: “Los venezolanos que acudan a los tribunales para oponerse a los planes del Gobierno de instaurar un modelo socialista en el país de antemano tienen la batalla perdida, pues el Poder Judicial no se opondrá a dichas intenciones. Por el contrario las respaldará”.
Luego viene una cita para la señora Morales: «Como Poder Judicial asumimos continuar construyendo un Estado democrático social, de derecho y de justicia, el socialismo bolivariano del siglo XXI en Venezuela para asegurar la mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad para nuestro pueblo».
Esta es la señora que está al frente de este Tribunal Supremo de Justicia que, entre tantos dislates de los últimos años, es el que nos tiene en esta suerte de limbo en el que estamos viviendo. Un limbo constitucional que ayer fue analizado por los constitucionalistas Duque Corredor y Linares Benzo. Pero no perdamos tiempo con la señora Morales.
Esta decisión del Tribunal –la decisión que pasó por alto el 10 de enero– sólo tendría una solución real con el regreso del Presidente. El regreso, se entiende, para ejercer el poder, no sólo regresar al país para continuar la convalecencia, sino regresar y mandar.
El problema es ¿cuándo regresa el Presidente?
Nicolás Maduro había dicho días atrás que estaba saliendo ya del larguísimo y delicado post-operatorio para entrar en una nueva etapa y se empezó a abrigar la posibilidad de que volviera pronto al país. Ahora, tratando de aclarar, ha oscurecido por completo el panorama, como diría el refrán, el hermano del Presidente, Argenis Chávez, el que está al frente de Corpoelec (a lo mejor por lo de Corpoelec viene la relación con la oscuridad).
El diario La Verdad de Maracaibo: “Niegan que el Presidente regrese en breve al país”. Argenis Chávez desmintió el retorno de su hermano. Nueva Prensa, en Ciudad Guayana, gran titular de primera página: “Médicos de Chávez tienen la última palabra”. El presidente de Corpoelec, Argenis Chávez, salió al paso de los rumores generados sobre el posible regreso del Presidente Chávez a la nación, y enfatizó que “la decisión sobre el regreso al país del Jefe de Estado, está en manos del equipo médico que lo acompaña”. Además afirmó que los voceros del gobierno son los únicos autorizados para informar al pueblo sobre la salud de su hermano.
Según esto, Chávez no regresa en los próximos días, y los miembros del Alto Gobierno, insiste el hermano, son los únicos autorizados para hablar de la salud. Pero ¿qué dicen estos miembros del Alto Gobierno?
Elías Jaua fue a visitar el Presidente. Ayer viajó a La Habana. Estamos como en los tiempos de la colonia, somos como una provincia. Hay que ir a la capital a enterarse; la capital ya no es Caracas, la capital ahora es La Habana, y hay que ir a La Habana para recibir instrucciones. Eso hizo el nuevo canciller Elías Jaua, y dice que se reunió con Chávez.
¿Cuál es su informe médico? El gran titular de primera página del Diario 2001: “Chávez ya echa broma y se ríe. El canciller Elías Jaua informó vía Twitter que se reunió con el Mandatario: “Compartimos bromas y reímos”.
Un Presidente que nos ha abarrotado las horas de la cotidianidad a lo largo de 14 años, que no perdía oportunidad para invadirnos con cadenas ¿no puede ahora ni siquiera mandar una grabación? ¿Cómo es eso que “echa broma y se ríe”? ¿No puede mandar por lo menos la risa?
