El civil humillado

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  El detalle está en la humillación. Aparte del fastidio, del abuso, del robarle a usted tiempo, está la humillación. Usted se esmera en hacer su maleta, para que todo llegue ordenado, bien dispuesto a su lugar de destino. Y en Maiquetía se topa con un Guardia Nacional que está buscando al criminal que ha cometido ese delito terrible, que el Presidente decidió llamar “cadivismo”, del cual usted es ampliamente sospechoso.

  La foto que trae hoy el Nuevo País molesta de verdad. Un militar, un Guardia Nacional, le ha abierto la maleta a una señora. La señora se arma de esa paciencia que tenemos todos los venezolanos (cuando más de uno dice, “¡bueno… y hasta cuándo!”). El militar husmea entre la maleta; ha sacado todo, las prendas intimas de la señora, todo, todo. Y husmea. Él está oliendo. ¿Qué busca? ¿Es acaso un perro sabueso buscando algún alimento prohibido o alguna droga? Que sepamos está buscando alguna tarjeta de crédito que no le pertenezca a la señora, por si ella es de las que hacen el fulano raspadito en el exterior. Pero las tarjetas de crédito no huelen. ¿Qué busca entonces este señor? ¿Por qué esa humillación? ¿Por qué asumir que esta señora es una delincuente? ¿Por qué asumir que usted, estimado oyente (lector), es un delincuente y el culpable de todos los males?

  Si Cadivi tiene la lista, absolutamente larga, de todo lo que se ha tramitado, ¿por qué si las denuncias están contra las empresas de maletín, no buscan los maletines y a las personas que ustedes deben saber de sobra quiénes son? No, el asunto es el ensañamiento en contra de usted sufrido oyente (lector). Por ello, a la pobre señora le registran la maleta. Y olvídese de que el Guardia Nacional use guantes para tocar las pertenencias personales de la humillada pasajera. ¡No hombre, que guante, ni que guantes! Es tan sólo un Guardia Nacional, ahí está su uniforme verde olivo.

  Ahora hay uniformes verde olivo por todas partes. En una gráfica del Tal Cual de hoy, se observa un largo mesón, al final está Maduro y todos los que le rodean, con una notoria excepción: están vestido de verde olivo. Militares y más militares. Al comentar esto en el editorial de Tal Cual, Teodoro Petkoff le da la razón a Asdrúbal Aguiar -quien estuvo ayer en nuestro foro- cuando dice que “esta creación del Cesppa le cava realmente la fosa como presidente civil al propio presidente Maduro”. Y Petkoff va más allá especulando que ese documento que crea el Cesppa, seguramente no fue idea de Maduro, sino seguramente una ocurrencia militar.

  En todo caso, hablando de militares, nos viene a la memoria la conversación que sostuvimos con el Vicealmirante (r) Iván Carratú Molina, quien descartó la posibilidad de un Golpe de Estado -del que tanto acusan y amenazan los altos personeros del Gobierno- porque, decía, es un contrasentido terrible, ¿cómo va haber un golpe de Estado militar contra un Gobierno que ya más militar no puede ser?

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