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El Poder Moral tiene tres integrantes. Uno es el Contralor, Manuel Galindo Ballesteros, de quien poco se conoce excepto que tiene a toda su amplia familia trabajando en la Contraloría, y que recientemente, sin justificación alguna, inhabilitó por 15 años a Henrique Capriles Radonszky.
También lo integra la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Diaz, que se ha convertido en factor disparador de diversas y contradictorias acciones y reacciones en la dinámica política de estas últimas semanas. Marcó distancia importante frente al regimen cuando afirmó que la sentencias 155 y 156 del Tribunal Supremo de Justicia rompían el hilo constitucional, y ayer dio una rueda de prensa que, por la cobertura recibida, hoy es la noticia del día. Allí cuestionó las actuaciones de la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana. También le lanzó un escardillazo al TSJ, y dejó claro, a su manera, que no dejaba de ser un factor político a considerar en las actuales circunstancias.
El tercer integrante del Consejo Moral Republicano es el Defensor del Pueblo, Tareck Wilian Saab, quien ahora está en el ojo del huracán. Según destaca el 2001: “Por séptima vez la MUD intentará llegar al centro”. Es curioso que el Defensor del Pueblo no reciba al pueblo. ¡Cómo cuesta llegar a esa Defensoría! Hoy El Nacional informa en primera página: “La Asamblea Nacional dio 3 días a Tareck Saab para que responda sobre las faltas de los Magistrados. La mayoría parlamentaria del bloque de la unidad aprobó un acuerdo que condena las actuaciones de los grupos paramilitares y emplaza expresamente a las FANB a desarmar y desarticular a esos grupos violentos”.
Por su parte, Analitica.com publica el tuit con el que responde Saab: “Ultimátum de la AN atenta contra la Defensoría del Pueblo. D forma gallarda respondo 1vez mas a criminales amenazas:YA CMRepublicano declaro en sesión d 6Abril IMPROCEDENTE enjuiciar a magistrados”.
Continúa la reseña: “Saab afirmó que tras lo sesionado por el Parlamento quedó demostrado que las recientes movilizaciones convocadas por la coalición opositora obedecen a un “golpe institucional contra la democracia venezolana. Por lo que luego de un mes de asedio, acoso, guerra sucia contra nosotros y la Defensoría, queda al descubierto que el propósito no era manifestar”.
Tras esta declaración Tareck William Saab queda descarado, por si hacía falta mayor aclaratoria, no como Defensor del Pueblo sino exclusivamente como defensor del gobierno.
¿Qué puede ocurrir hoy? La oposición avanzará hacia la Defensoría, se desatará de nuevo la represión que ya condenó la Fiscal, y Tareck Saab trancará con doble llave la puerta de su despacho para que nadie llegue hasta él. En el mientras tanto, continuará desbaratándose un país cada día más cuarteado por la tozudez del regimen, su violencia, crueldad y falta de sindéresis.
El presidente de la república, por si fuera poco, hace otro llamado: “A comprar alpargatas para el 1 de mayo porque la revolución lo que va es en ofensiva popular”. Para variar, anuncia que anunciará anuncios históricos. En otras palabras, lo que nos viene no es solo más de lo mismo sino peor.
Y, para cerrar, hoy quizá sea nuestro último día en la OEA. Según Delcy Rodríguez, si se da la reunión de cancilleres en el Consejo Permanente nos salimos de la organización. Pues la reunión se va a dar. Proceda entonces, señora.
