La suerte está echada

Elocuente la primera página del diario Vea, el diario oficialista. Maduro en grande, de cuerpo entero con su camisa roja y su puño derecho en alto, en la izquierda lleva una toalla. “Huracán bolivariano llega a Caracas”. El huracán bolivariano, se entiende según este diseño grafico, es Nicolás Maduro. Maduro es el candidato. Hay candidatos a diputados en todo el país, pero para el oficialismo, para el Gran Polo Patriótico, el único candidato es el presidente.

Esto convierte a esta elección, ya lo hemos dicho, en un plebiscito. Si pierde el oficialismo, el día domingo el gran derrotado será este “huracán bolivariano”. La campaña electoral es él. Emulando a Chávez –el otro gran candidato desde ultratumba- quiere convertirse en portaviones de los suyos. Pero, a diferencia de Chávez, en realidad se ha convertido en el lastre de todos ellos. Hace de todo, abusando y violando a las claras la Ley Electoral. El periodista español Daniel Lozano -quien vino a cubrir las elecciones para El Mundo de Madrid y La Nación de Buenos Aires- nos declaró ayer: “En cuatro horas del programa de Maduro éste violó todos los artículos de la Ley Electoral”. Nosotros sabemos que no le importa violarla, ni esa ni a la Constitución misma.

Sin embargo, el panorama no es fácil para el oficialismo. La Verdad, en Maracaibo, trae hoy un titular que dice mucho: “Crisis contrarresta el ventajismo oficialista. Los analistas aseguran que la campaña confrontó recursos contra realidades agobiantes”.

De nada vale que regalen taxis, que regalen comida, que regalen de todo. De nada vale que abusen y violenten la ley electoral, de nada vale que se burlen de todos nosotros. Hay una realidad que los apabulla. En definitiva tienen en contra argumentos contundentes como colas, escases, penurias de todo tipo, delincuencia desatada, inflación incontrolable. Eso es lo que en verdad va a determinar el resultado electoral del próximo domingo.

Y, para el elector venezolano, el responsable de todo ese caos, el culpable de la desgracia, es Maduro. Mas que votar a favor de un candidato equis, la gran mayoría votará contra Maduro, este falso huracán de poca brisa.

Él, mientras, continúa hundiéndose con sus inútiles amenazas. Le citan en El Norte, de Barcelona: “Maduro: Del 6D dependen la paz y las misiones”. Si el oficialismo no triunfa el 6 de diciembre vendrán entonces la guerra, el caos, la “masacre con sangre”, como en algún momento gritó.

Sin embargo, pareciera que los venezolanos ya no hacen caso de estas amenazas. Lo sabemos: no intimida, no mete miedo quien quiere sino quien realmente puede. Y Maduro no asusta.

Alea iacta est, reza el dicho romano. La suerte ya está echada. Poco queda por decirse. No importa que no se puedan mencionar números y encuestas, usted ya bien sabe cuál es el pulso del país. Usted, que es ciudadano, que es el verdadero dueño del país, ya sabe cómo va a proceder el próximo domingo.

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