Los sospechosos habituales

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  El 15 de agosto de este año, hicimos un editorial bajo el titulo “Los chinitos de cadivi”, donde comentábamos el tema de la corrupción. Recordábamos el famoso “chinito de Recadi”, cuando el gobierno de Jaime Lusinchi. En ese editorial destacábamos que en todas las investigaciones que se habían llevado adelante por la situación de Cadivi -que fue definida por el doctor Linares Benzo como el robo más grande en la historia de la humanidad: 20 mil millones de dólares, según la denuncia de Jorge Giordani-, ni siquiera habían citado, por ejemplo, a Barroso, quien estuvo al frente del organismo durante todo ese tiempo. Y esa investigación no ha ido más allá. Ricardo Sanguino, quien preside la comisión en la Asamblea Nacional que “investiga” el asunto todavía no ha presentado absolutamente nada.

  Hoy recordamos este editorial del 15 de agosto, no solo porque la ONG Transparencia Internacional ha dictaminado que Venezuela está, junto con Paraguay, entre los países más corruptos de la región, porque seguimos siendo un país oscuro, sin transparencia; también lo recordamos porque hoy la prensa trae una noticia que nos llama la atención: “11.400 estudiantes citó el Cencoex para el uso de divisas. Deben presentar certificados, si se determinan que adquirieron divisas mediante engaño, podrían ser condenados de 3 a 7 años de prisión o multados por el doble de la cantidad recibida”.

  No citan a los responsables del caso Cadivi -ahora convertido en Cencoex-, citan a 11.400 estudiantes. Esto es para los que cursaron estudios entre el 1 de Enero del 2012 y el 31 de marzo del 2014. Y tendrán que presentarse todos ellos la tercera semana de enero para explicar en qué utilizaron el dinero.

 La prensa hoy también nos recuerda una frase fundamental en Derecho: “Toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario”. Pero en Venezuela es al revés: Toda persona es culpable hasta que se demuestre lo contrario. El gobierno sospecha de 11.400 estudiantes, así, descaradamente. Y junto a ellos todos nosotros, incluyéndolo a usted, estimado lector, estamos bajo sospecha continuamente.

  Ayer fue imputada por conspiración María Corina Machado. Fue citada originalmente por magnicidio, pero cuando compareció frente a la fiscal Katherine Harrington en ningún momento se mencionó la palabra magnicidio. Ella resultó imputada por conspirar contra el gobierno, delito por el que puede pagar hasta 16 años de prisión.

  Pero María Corina también es responsable de todo lo malo que está pasando; como lo es usted, como lo somos todos, menos el gobierno. Todos estamos bajo sospecha.

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