Balada del rebelde cándido-Carlos Raúl Hernández

Por: Carlos Raúl Hernández

No hay nada más peligroso para sí mismo y para los demásCarlos Raúl Hernández que un dirigente candoroso

Premisa de la salida: el gobierno está caído. Sólo falta el empujón histórico, porque los tarifados, rajados, carecían de coraje y servían de impúdico soporte. A control remoto el estratega dominical de Boston, terminator de varios asesorados, dictaminó que la fruta estaba madura, pero se necesitaba una cisterna de testosterona. Luego la gloria: el abrazo debajo del árbol de la libertad y el pódium de los inquebrantables. Al pie de la escalinata, acostados de boca en el piso, los colaboracionistas esperarían su turno para besar las sandalias de los héroes. La salida de 12-F no admitía examen crítico porque como los teólogos medievales, algunos envenenaron previamente las aguas morales e hicieron aparecer el dinosaurio de rotundidad inconmovible, el vacío de sentido: «¿Cuánto te paga el gobierno? ¿Y es que crees que hay que votar con ese CNE?».

«Viene un golpe… los militares no se calan más al G2». La contrainteligencia cubana sembró directamente esa especie en algunos líderes opositores, que otros recibieron de-un-amigo-de-un-amigo-de-una-hermana-de-un-militar. Era la tesis del asesor bostoniano, solo faltaban conductores civiles sin miedo y gente en las calles. Como Rómulo Betancourt en 1945, había que convertir un cuartelazo en una revolución democrática. Pero entre las abismales diferencias, según lo que explica en el libro, el régimen andino tenía fracturada la columna vertebral. La lucha entre López Contreras y Medina hendía el aparato militar, además de la emergencia de oficiales modernos, académicos, los comacates de Pérez Jiménez y los Vargas, que rechazaban el gomecismo. Pese a eso Betancourt verificaba obsesivamente lo que informaban los oficiales durante los siglos semanales de conspiración en la librería de Luis Beltrán Prieto. Cauto preservó AD y solo se involucraron él, Prieto y Gonzalo Barrios.

 ¿Te paga el gobierno?

 «¿Entonces tenemos que esperar hasta 2019? ¿Qué propones tú?» (cómo si alguien que desesperado incendia su casa con la familia dentro, preguntara a los bomberos «qué propones tú»). A mes y medio de salidas, trancazos y guarimbas, el balance es mucha tragedia y algo de comedia, derrota más derrota, un amplio servicio al gobierno, y se demuestra que no hay nada más peligroso para sí mismo y para los demás que un dirigente candoroso. Felipe González durante la lucha antifranquista comentó que «la candidez en política se paga a veces con la vida, a veces toda la vida». Cuarenta ciudadanos muertos por violencia gubernamental, cientos de heridos y más de mil detenidos. La alternativa democrática pierde dos alcaldes, hoy presos como también López. A la diputada Machado le arrancan fuero parlamentario y el gobierno gana una curul para su fracción. Vielma Mora que solo puede manejar Táchira ayudado, amenaza al alcalde Ledezma para halagar a los jefes.

 La opinión pública pendiente del próximo capítulo de la insurrección ingenua no termina de aterrizar en 500% de devaluación, 400% de aumentos de precios, obligación de vender apartamentos a inquilinos, tarjeta de racionamiento, moratoria de deudas externas, aumento de tarifas, escasez de 40%. Surge una profunda hendidura en el sector democrático difícil de restañar antes de las elecciones del próximo año -un poderoso objetivo-, predomina la desconfianza entre colaboracionistas y guarimberos, y la Unidad quedó de nuevo con la carabina en el hombro por no enfrentar la aventura cuando debió. Surgen los opositrolles del L2, un laboratorio fascista de guerra sucia en tuiter igual a la tropa del gobierno. Esta guerrilla comunicacional balbucea una babaza de ruindad y calumnia, primitivismo chanflón contra quienes señalan los errores, síntoma de cómo el chavismo pudrió el alma nacional y grupos de clases medias, infantiles ante la política.

 ¿Gobierno debilitado?

 El gobierno pierde prestigio en algunos sectores pero avanza y se atornilla en la región y en el país, como demostró en la OEA. Y la operación kamikaze, dadaísta, cambia de objetivos estratégicos ex pos: «no sacamos al gobierno pero se conoció la tragedia venezolana en el mundo». Interrogado sobre un compañero que había ido a China a tratarse una pierna con acupuntura, el fundador de Causa R, Alfredo Maneiro, entre carcajadas respondió: «no se le arregló la pierna, pero se le alisó el pelo». Eso es lo que llaman los planificadores estratégicos seudointerpolación de objetivos, muy utilizada en el comunismo para encubrir los fracasos. «No logramos la zafra de 10 millones de toneladas, pero el mundo fijó sus ojos en la revolución».

 El político bienintencionado no ve las trampas, se emociona cuando se oye hablar a sí mismo y juega el resto con el destino de todos. En vez de mensajes racionales, explicaciones, argumentos, de los que carece, va en declaraciones de machismo político, inútiles, petulantes y penosas. Se repiten los errores de 2002 a 2005 y de cara a las elecciones parlamentarias de 2015, la grieta que se cerraba entre oposición y chavismo podría ensancharse. Recrudece el escepticismo entre los que no creerán en las elecciones, ni en «la calle» ni en nada. No por mucho madrugar amanece más temprano, pocas cosas peores que los ataques de histerismo político y nadie tiene derecho a arrastrar a todos a la derrota porque le vino una puntada.

 @carlosraulher

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Un comentario

  1. Sin duda que todos los argumentos expuestos en este artículo son como en las propagandas de las radionovelas «arrancados de la vida misma», sin embargo para redondear esa opinión, pienso que le hizo falta considerar los cambios de opinión que se han producido en el país reflejados por las encuestas publicadas. Algo de esos cambios es resultado de los cándidos?

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