¿Cuál Unidad? – Jean Maninat

Por: Jean Maninat

Con la aparición del Manifiesto: Sí hay una salida a la crisis, vuelve a quedarJean-Maninat claro que hay un sector en la oposición que ha optado por operar independientemente, sin tener en cuenta la opinión de la llamada Unidad representada en la MUD, de la cual algunos -al menos los políticamente más representativos- forman parte. No habría por qué extrañarse, varios de los firmantes son los mismos que en vísperas de las últimas elecciones regionales, dejaron colar un documento a favor de una constituyente pensando que picaban adelante ante las perspectivas de un triunfo que no fue tal.

Y varios también son los mismos que unos meses después lanzaron La Salida, en su versión voluntarista tras la consigna «Maduro vete ya». Afortunadamente han venido moderando el discurso -en una prueba de realismo político-  para retomar, algunos a regañadientes, la ruta  electoral. (Quizás a ello se deba que el nuevo documento venga avalado por algunas firmas de quienes en el pasado reciente no se dejaron embrujar por las soluciones de corto plazo).  Es cierto que supieron leer con tino las ansias de protesta y de calle de un importante sector de clase media, cuando los estudiantes dieron la campanada pacífica del 12 de febrero. En base a la respuesta entusiasta de una parcela de la sociedad, estimaron que las condiciones estaban dadas para forzar la barra y se lanzaron en una carrera a marcha forzada por unas avenidas sin salida. Tenían todo el derecho de haberlo intentado -en política siempre algo se arriesga si se quiere ganar- pero si el cálculo es apresurado, hecho con el corazón  desprovisto de aritmética, el resultado suele ser desastroso. «La Salida» no fue el Titanic, ciertamente, más bien una embarcación que después de girar sobre sí misma por un tiempo regresa maltrecha al puerto de partida. En el muelle hay menos pañuelos blancos y vítores que durante la partida, como le pasa a todo el que regresa a puerto sin la gran pieza prometida. Sin embargo, queda la narrativa, el recuento de la proeza, el heroísmo de los jóvenes caídos, la inclemente mazmorra para sus arrojados líderes. El Falke, vuelto a contar.

El esfuerzo no ha sido en vano, se nos dice, la gente salió de su letargo y es más consciente de su poder. El mundo comprende ahora que en Venezuela manda una dictadura y está atento a sus desmanes. Algo hay de verdad y por eso Unasur convocó al diálogo… que fue desestimado por los líderes de La Salida. Hoy en día, más allá de CNNE y algunos diarios españoles, Venezuela tiene poca presencia en los medios internacionales. ¿Logró el diálogo con el gobierno, aceptado por la MUD, la libertad de los presos políticos, la liberación de los estudiantes detenidos, el regreso de los exiliados? No. ¿Lo lograron las guarimbas? Tampoco, más bien aumentaron los detenidos y los heridos.

¿Y entonces… nos quedamos de brazos cruzados? Suele ser el aguijón preciso que lanzan, con razón, los que exigen alguna contundencia. El problema es que nadie está de brazos cruzados, más bien los tienen muy abiertos y activos -algunos como aspas de ventilador esparciendo heces a diestra y siniestra- corriendo sin concierto cada quien por su lado, como carritos chocones, todos en pos de una misma meta según reclaman. Mientras: el peor gobierno que haya conocido el país, regido por una burocracia ineficiente y parasitaria, desguaza la nación y empobrece más aún a su gente sin clemencia alguna; sin que se logre armar una respuesta única y convincente por parte de toda la oposición, capaz de congregar a la mayoría del país.

El alcalde Antonio Ledezma viene de proponer una reunión donde la oposición representada en la MUD se siente para «hablar clarito», con una agenda previa y no se pare hasta aprobar una sola estrategia con agenda compartida. Los firmantes del manifiesto llaman a un gran movimiento que exija la renuncia de Maduro por vía del artículo 233 de la Constitución, y una vez que él acepte proceder a la refundación democrática de la República. Y algunos gobernadores, con lo pies en la tierra, insisten en prepararse desde ya para las elecciones legislativas del año que viene.

Ojala no pierdan la oportunidad de ponerse de acuerdo sobre las prioridades, ahora que todos avanzan sobre el mismo tapete rodante de la ruta electoral. Mientras tanto, la gente dentro y fuera del país se seguirá preguntando: ¿Cuál Unidad?

 

@jeanmaninat

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