El presidente Maduro no se ha enterado de que perdió – Pedro Pablo Peñaloza

Por: Pedro Pablo Peñaloza

Un cogollo dice que casi 8 millones de personas no han entendido qué es la guerra económica. Su balance de lasPPP3_400x400 elecciones parlamentarias es inobjetable: fracasaron por culpa de la gente.

Cuando en el chavismo creían que no había nada peor que el estruendoso fracaso electoral, habló el presidente Maduro. El mandatario reconoció la derrota, pero no la realidad. Como si no hubiera pasado nada, se presentó ante las cámaras para repetir el mensaje que le hizo perder por más de 2 millones de votos de diferencia. Triunfó la guerra económica. La culpa es de la gente. Gritaron que “con hambre y desempleo con Maduro me resteo”, pero todo era mentira. Puro verso. ¡Hipócritas! Ni un ápice de autocrítica. Todo está bien. Ocurre que son prioridades distintas: el pueblo preocupado por la escasez de alimentos, la cúpula irritada por la falta de lealtad. Solo al final el jefe de Estado comentó que los resultados podían interpretarse como una “bofetada para despertar”. Pero sus palabras demostraban que ya era tarde. Lunes 7 de octubre en la madrugada. La revolución moría de sueño.

De flux y corbata, el diputado saliente Freddy Bernal analiza los números en Globovisión. Sonrisa fría, ojos hinchados. Intenta aguarle la fiesta a sus adversarios. “Mucha gente votó por ustedes y ni los identificaban”, advierte. Tiene razón. Muchos no sabían quiénes eran los candidatos de la Unidad. Pero conocían demasiado bien a los abanderados chavistas. Un exalcalde de Caracas y un exministro perdieron en Catia frente a dos personajes anónimos. ¿Quedó claro? Para demostrar que las plantas de sus pies aún tocan el suelo, Bernal se autoflagela en pantalla. O, mejor dicho, flagela al Gobierno de Maduro. No se puede continuar con cuatro tipos de cambio. Hay que impulsar la producción nacional. Recomienda cambios en el gabinete. Admite que algunos dirigentes –no él, por supuesto- se alejaron de las catacumbas del pueblo. Y, en principio, marca una diferencia. No fue que triunfó la guerra económica. “¡Ganó el descontento, ganó la crisis!”, alerta. Una voz crítica clama en el desierto rojo.

Para superar la crisis económica, Maduro reforzó las medidas que generaron la crisis económica. Ahora tras el varapalo político, parece querer aplicar la misma fórmula exitosa. Brillante. El Presidente habla como si representara a la amplísima mayoría del país, cosa que en realidad jamás ha hecho. A estas alturas, decir que se profundizará la revolución no es una promesa. Es una amenaza y un desafío a los casi 8 millones de venezolanos que este domingo alzaron su voz para exigir un cambio. Luego de perder la reforma, el comandante Chávez admitió que se le había fundido un motor. La derrota del 6D dejó al carro de la revolución sobre cuatro bloques. Sin embargo, el chofer jura que puede seguir en su ruta como si nada. “¡Vamos hacia adelante!”, exclama feliz, al borde del precipicio.

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2 comentarios

  1. Espero que en el precipicio esten él y la revolución, no todo el país.No es tan malo que se siga equivocando, ésto le abre los ojos a muchos que quedan con la expectativa de la revolución.

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