Gobierno maniatado – Fernando Rodríguez

Por: Fernando Rodríguez

El gobierno ha gastado inútilmente las que creyó sus cartas mayores para mitigar la aplastante derrota electoral de1007_20150814MXHSSU diciembre. En realidad, no eran demasiado prometedoras, tortas en tiempos de penuria de panes, de dólares.

De una parte las causas patrioteras resultaron desastrosas. Guyana no es para los venezolanos sino un trazo en el mapa de los cuadernos escolares y pocos recuerdan de qué se trata. Revivirla resultó un fracaso. Para empezar había que renegar del legado sacro del difunto quien, cubanos de por medio, la había entregado en aras de su liderazgo en el Caribe. Luego había que batirse con medio mundo, por ejemplo, con tipos tan musculosos como la Commonwealth y los norteamericanos, o tan cercanos como Brasil y las islas caribeñas. Lo de Colombia no tiene lógica alguna y resultó no solo otro desastre sino un verdadero búmeran australiano que obligó a rebobinar la película y a terminar hasta intentando traer a los colombianos expulsados vilmente. (Gloria, señores, al poder de la fotografía sin el cual la opinión no se hubiese enterado tan elocuentemente de la soez crueldad militar empleada contra gente muy pobre e indefensa. Gloria al recuerdo de Robert Capa). Las encuestas terminan enterrando este desvarío desalmado, irresponsable e inútil. Fin del patriotismo electoral.

Quedan las OLP, tratar de convencer a la gente de que vamos a tener seguridad si se utilizan batallones militares enteros para perseguir a cuatro o cinco capos malandros y sus bandas, matando algunos de estos y de paso otros ciudadanos, haciendo preso al garete a un gentío y produciendo terror en barrios humildes. Lo cual resulta vano si uno simplemente oye los cuentos de horror de la vecindad, medida viva de la criminalidad.

El gobierno por fin entendió que la cosa donde se juega es en la escasez y los precios dislocados. Un poco tarde para luchar contra ese monstruo de mil tentáculos, la “guerra económica” así llamada. La fiscala dice que ha privado de libertad a 1.974 contrabandistas, bachaqueros y afines. Ahora van a funcionar unas bodegas de la patria, en los barrios, suplidas por Makro y se van a repotenciar las importaciones. Todo hace prever que los bachaqueros que deben ser legiones seguirán bachaqueando, que las importaciones serán nimias para la demanda voraz y la incapacidad de la distribución electorera y la torpeza de los puertos serán trabas temibles. Desgraciadamente para todos el Monstruo Controlador puede reponer y hasta multiplicar cada tentáculo que le es mutilado. Y falta mes y medio.

Lo que quedan son los puñales. La violencia de los paramilitares. Los estados de excepción. Las nuevas bajezas del CNE y otros instrumentos estatales. La hegemonía comunicacional a todo dar. Las calumnias inverosímiles. Los usos de los fondos públicos que el desespero saqueará. Y vaya usted a saber qué otras armas temibles. Hay que estar preparados.

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