Dos conciertos le dieron vida a El Libro de la Salsa

Diario 2001

Privilegios que otorgan los tiempos. El pasado jueves, en el aforo del Corp Banca, el influyente texto El Libro de la Salsa, escrito por César Miguel Rondón, hace 32 años, tuvo vida propia, y en vivo. Su esplendoroso gramaje repercutió bajo el afinque sonoro del Guajeo, grupo musical dirigido por Alfredo Naranjo, que se paseó por cada uno de los ritmos que le han dado cuerpo a lo que culturalmente ha sido denominado salsa.

“Alfredo Naranjo, responsable de los arreglos y la dirección musical, ha tenido que convertir su Guajeo en una especie de orquesta “chicle”: se estira y se encoge, como bien decía de su son Ismael Rivera”, arguye Rondón en la breve introducción del programa de mano.

Río abajo, y apalancado con una notable producción logística, con videos, el reconocido hombre de radio, en tono pausado y pedagógico, explicó el cómo y el porqué surgió, por ejemplo, el Septeto Nacional (1927), que dirigió el habanero Ignacio Piñeiro.

A partir de ese reverencial exponente y pionero de la música cubana, Rondo comenzó a trazar su conferencia-recital, y en cada parada teorizaba y llevaba a la práctica por la vía de los hechos sonoros: le toca el turno a Arsenio Rodríguez, Frank Grillo “Machito”, Mario Bauzá, luego al Trío Matamoros, y así entre escala y escala, fue revelando el inmenso tesoro que abriga la cuenca del Caribe.

En Caracas, como estación indiscutible, también le correspondió sobrevolar; Billo, Aldemaro Romero, Chucho Sanoja, Sexteto Juventud, Federico Betancourt y el Trabuco Venezolano, entre otros grandes movimientos de la urbanidad caraqueña.

Como todo espectáculo de esta naturaleza que busca realzar valores y promocionar virtudes musicales, destacaron por su increíble manera de ejecutar sus respectivos instrumento, y casualmente dos trompetas: Linda Briceño y Pacho Flores.

Sin duda, el brillo de todos los invitados (Canelita recordó a Celia Cruz así como Marcial Istúriz lo hizo con Benny Moré) y la dirección de Alfredo Naranjo, dejaron en el ambiente una erudición musical que convendría repetir en otros escenarios.

Otro aspecto resaltante fue el “tubazo” que ofreció Rondón, cuando apuntó que Linda Briceño (hija del extraordinario baterista Andrés Briceño), grabará con el estadounidense Wynston Marsalis, el más brillante trompetista de las últimas dos décadas, todo un referente en la historia del jazz moderno.

Invitados oficiales:
Oscar D León
Linda Briceño
Guaco; Gustavo Aguado, Luis Fernando Borjas, Ronald Borjas
Rafael “Pollo” Brito
Edgar “Dolor” Quijada
Cheo Navarro
Huáscar Barradas
Miguel Delgado Estévez
Canelita Medina
Víctor Cuica
Pacho Flores
Marcial Istúriz

fotos cortesíia del Diario 2001

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Artículo publicado en el diario 2001 y escrito por Ramón Navarro

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