Escribir descalza- Soledad Morillo Belloso

Por: Soledad Morillo Belloso

En voz baja

Las letras que escribo son los susurros de mis pasiones. Son las calles por las que transito… y caigo… y vuelvo a levantarme. Y sonrío… y se me mojan las ojeras. Y vivo… y sobrevivo en este nado contracorriente. Mis letras son los adoquines de mi soledad en voz baja. Ellas dicen lo que mi boca no se atreve. Yo escribo con la única tinta que no se deslíe con el llanto.

Remodelación

Le hago cirugía a mi vida. No busco ser más linda. Ni sacarme de encima uno cuantos años. Ni disimular cicatrices. Ni hacerle lavado y engrase a mi corazón.  Ni repintar mi piel. Es más bien tratar de hacerle una profunda remodelación a mi existencia. A mi modo de caminar por la vida. Algo así como reinventarme. Seguir siendo yo pero abrirle la puerta a una yo distinta.

Penumbra

En la oscuridad no podemos vernos a los ojos. La penumbra en cambio nos invita a intuirnos, a presentirnos, a imaginarnos. La oscuridad es a la penumbra lo que el silencio al susurro. Y en el susurro mi corazón habla en voz baja y mis rabias se quedan sin aliento.

Mejor

A veces es mejor huir que quedarse cuando no hay cómo ganar.

Soledad

Tengo una soledad intrincada, concurrida, difícil de entender y transitar. Soy esclava de ella o acaso ella lo sea de mí. Yo habito en una soledad cobarde. Ella me teme y yo a ella. Mi soledad está repleta de claves. A veces no sé leerla y ella no sabe descifrarme. Mi soledad es dulce. Ella me abraza y yo la acaricio. Con el paso de los años, nos hemos ido reconciliado la una con la otra, que es como reconciliarse con la vida.

Escondida

La luna se escondió anoche. No quería que la vieran llorando.

Bon nuit Tristesse

Cuesta conciliar el sueño. El olor a desastre invade todo. No tengo rabia, ni pánico. Es una sombría tristeza. De esas que se nos meten en los huesos como el frío húmedo. La vanidad acabó con los héroes que querían ser dioses. Los simples mortales pagamos los costos.  Y sí, no sé para qué, pero seguimos buscando el unicornio azul.

Carencias

Carezco de muchas cosas: de la prudencia que me haría sospechosa ante de mí misma; de la habilidad para fingir amores; de la confianza en quienes suponen que la vida se mide en cuánto tenemos; de la destreza para odiar a los distintos; de la pedantería de las que se creen únicas; de la capacidad para las emociones pasajeras. De todo eso y mucho más carezco. Y no quiero dejar de carecer.

Pajaritos

Me visitan todos los días. Se hacen dueños de mi jardín. Cantan despreocupados. Sus alas baten a tal velocidad que serían la envidia de cualquier dios. O de los ángeles. Creo que no les importo. Sospecho que su felicidad no depende de mi permiso. Lo reconozco, algo de envidia me da tanta libertad.

Límites

La vida no es corta. Alcanza para mucho. Pero hay que saber usarla.

Compartir

Pocos placeres tan grandes como compartir con amigos en casa. Las alegrías son más lindas y los dolores pesan menos. Es alimentarse el alma. Debe ser muy triste no tener amigos.

No más

El mundo ya no es ni ancho ni ajeno. Las fronteras van esfumándose. Algunos no lo entienden.

Futuro

No quiero vivir para atrás. Tengo demasiadas páginas nuevas por escribir.

Cuentas

Si no hubiera llorado tanto en mi vida quizás no disfrutaría tanto mis risas de hoy.

Conjugación

Si sólo puedo decir «te quise» y no «te quiero», entonces lo único que hay entre tú y yo es pasado.

Superávit 

Mis cuentas de banco están famélicas. Mis cuentas de vida están rozagantes. Ergo, no estoy en bancarrota.

Personalidades

Al alba soy una; al mediodía, otra; y cuando llega el ocaso aparece una tercera que es todavía más complicada y divertida.

Sólo yo

Mis gritos de rabia y angustia son tan y tan quedos que sólo yo los escucho.

Lógica 

Al fin de cuentas, soy lo que siempre he sido. Alguien que escribe, luego existe.

 

soledadmorillobelloso@gmail.com

@solmorillob

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