Diego Arria en el Consejo de Derechos Humanos de ONU

Intervención del Embajador Diego Arria de Venezuela

Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas

UN WATCH

11 de septiembre de 2017

 

Hay un viejo dicho según el cual los diplomáticos piensan dos veces, para después no decir nada … como ya no soy más un diplomático aprovecharé la oportunidad para decir un par de cosas, gracias a la invitación que recibí de UN WATCH y de su líder Hillel Neur. Por razones que mencionaré en un minuto, creo oportuno recordar a todos los países miembros del Consejo de Derechos Humanos la advertencia que les hizo el ex Secretario General, Kofi Annan cuando se creó el Consejo:

“Si dejamos que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU fracase, lo que seguramente ocurrirá si los estados democráticos flaquean en su compromiso con él, y dejamos el campo libre a los tiranos para que incrementen sus crímenes con impunidad, sería una traición a aquellos que son, o podrían ser un día, el blanco de la opresión y la violencia “. Exactamente el caso de mi país.

Hoy, en este Palacio de las Naciones esa advertencia encuentra eco en las palabras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, el Príncipe Zeid bin Ra’ad al-Hussein, y en las del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres al declarar: “Es fundamental tener una Venezuela democrática donde se respeten los derechos humanos”. De manera inequívoca, el SG avala el Informe del Alto Comisionado destacando que el régimen venezolano no es democrático, y no respeta los derechos humanos. Declaraciones de este calibre por parte de un SG no son usuales para referirse a un país miembro, lo que refleja la dimensión y el grado de preocupación por nuestra tragedia.

AMIGOS TODOS

Nicolás Maduro había anunciado que vendría hoy a la sesión de apertura del Consejo para responder al informe condenatorio del Alto Comisionado, pero ¿Por qué no vino?

Primero, porque se enteró de que miembros del Consejo intervendrían para respaldar el informe. Segundo, al advertir que la comunidad internacional crecientemente condena su comportamiento forajido responsable por una de las mayores crisis humanitarias sufrida en las Américas, y tercero que defender el inventario de los abominables crímenes y atrocidades cometidas bajo su mando , es casi tan difícil como defender a su hijo adoptivo y a su sobrino, que en estos días están a punto de ser condenados a cadena perpetua por narcotraficantes en un tribunal de Nueva York, razón por lo cual tampoco asistirá a la apertura de la Asamblea General de la ONU.

Voy a dividir mi intervención en tres aspectos:

Primero explicar cómo un país secuestrado por bandas criminales se convirtió en una tiranía narco militarizada capaz de cometer los peores delitos. Segundo, comentar el informe del Alto Comisionado sobre la situación de los Derechos Humanos en Venezuela, y tercero, que puede y debe hacer la comunidad internacional ante la tragedia que se acelera en mi país para ayudarnos a rescatar la libertad.

PRIMERO EN MANOS DE QUIÉN ESTAMOS:

Solo conociendo la naturaleza perversa, cruel y criminal de sus principales jerarcas e instituciones es posible entender la brutalidad de sus acciones contra sus propios compatriotas. Unos pocos ejemplos son suficientes para que conozcan en manos de quienes estamos, y no precisamente de un gobierno Veamos:

Más de 15 miembros de las fuerzas armadas que en el pasado fueron venezolanas, hoy al servicio del régimen, y bajo la tutela de La Habana están indiciados en la lista Kinpin del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos por los delitos de narcotráfico, contrabando de armas y lavado de dinero.

El mismo Departamento del Tesoro sancionó a Nicolás Maduro Moros por graves violaciones a los derechos humanos. Igualmente al vicepresidente de Venezuela Tarek el Aissami, por narcotraficante y por lavado de dinero. El presidente de la Corte Suprema de Justicia Maikel Moreno ha sido procesado por dos casos de asesinato, y sancionado por el Tesoro de los Estados Unidos. Diosdado Cabello, presidente del partido del régimen, es el más peligroso promotor del odio y la violencia utilizando la televisión del Estado y los Servicios de Inteligencia, igual que hicieron los Hutus en Ruanda con la Radio Mil Colinas. Cabello es acusado por los principales medios internacionales como presunto capo del Cartel de los Soles y llamado en el Senado de los Estados Unidos como el Pablo Escobar de Venezuela.

Ante semejante realidad creo importante contrastar que Pablo Escobar, capo del Cártel de Medellín nunca fue ni Presidente ni Vicepresidente de Colombia. Tampoco fue Presidente de la Corte Suprema de Justicia, ni Ministro de Defensa, ni Ministro de Interior y Servicios de Inteligencia.

El Chapo Guzmán, capo del Cártel de Sinaloa, tampoco fue Presidente ni Vicepresidente de México, ni Presidente de la Corte Suprema de Justicia, ni Ministro de Defensa, pero sus contrapartes venezolanas Nicolás Maduro, Tarek El Aissami, Maikel Moreno, Diosdado Cabello y los generales Vladimir Padrino y Néstor Reverol si ocupan esas posiciones en mi país.

Una situación sin precedente. O sea narcos y criminales con pleno control de una nación, con la complicidad de generales corruptos y traidores a la patria, que sentados sobre las reservas de petróleo más importantes del mundo, representan una seria amenaza para la estabilidad y la paz regionales. Nunca, nunca en ningún lugar del mundo el crimen organizado ha tenido semejante poder. Y para vergüenza de la ONU, también están sentados en su Consejo de Derechos Humanos.

SEGUNDO EL BALANCE DEL TERROR Y EL INDESCRIPTIBLE DOLOR INCLUIDO EN EL INFORME DEL ALTO COMISIONADO

“El uso generalizado y sistemático de la fuerza excesiva durante las manifestaciones y la detención arbitraria de los manifestantes y opositores políticos indican que estos no eran actos ilegales o forajidos de funcionarios aislados. La política seguida por las autoridades en su respuesta a las protestas han sido a costa de los derechos y libertades de los venezolanos”.

Agrega la más dolorosa relación : “Detenidos sometidos a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes y tortura, incluyendo el uso de descargas eléctricas en los genitales, golpes severos con palos, barras de metal, alicates, cascos, bates de béisbol y armas, en todo su cuerpo, asfixia y amenazas de violencia sexual y muerte.

Todo para castigar, humillar y aterrorizar a los detenidos. Los colectivos armados del régimen irrumpían en protestas montados en motocicletas y llevando armas de fuego. Acosaron, atacaron y dispararon contra manifestantes contando con la aquiescencia de, y en ocasiones en coordinación con, las fuerzas de seguridad.”

5.051 personas, entre ellas 410 niños, fueron detenidas arbitrariamente entre el 1 de abril y el 31 de julio, con más de 1.300 detenidos al 31 de julio. 157 asesinatos con un promedio de 27 años. Quince eran niños y siete eran mujeres. La mayoría de las víctimas eran estudiantes. Las pandillas de Maduro están matando nuestro futuro.

Estoy convencido de que el uso de la tortura, los crímenes sexuales y los asesinatos metódicos de civiles desarmados que protestan en las calles equivalen a crímenes de lesa humanidad definidos por el Estatuto de Roma.

De hecho, el informe del Alto Comisionado de la ONU subraya las palabras claves: “El uso generalizado y sistemático de una fuerza excesiva.” Esta definición se enuncia precisamente en el artículo 7 del Estatuto de Roma:

Crimen de lesa humanidad: “significa cualquiera de los actos siguientes cometidos como parte de un ataque generalizado o sistemático dirigido contra una población civil, con conocimiento del ataque: Tortura; Asesinato; transferencia forzada de población; Prisión u otra privación grave de la libertad física en violación de las normas fundamentales del derecho internacional; violencia sexual, persecución contra cualquier grupo identificable”.

El régimen de Maduro claramente práctica una brutal y sistemática política estatal para cometer todos esos crímenes de lesa humanidad.

TERCERO QUE HACE Y PUEDE HACER LA COMUNIDAD INTERNACIONAL. LA INICIATIVA DE LA OEA EN MATERIA DE CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD EN VENEZUELA

La declaración del Secretario General Guterres de que en Venezuela ni hay democracia ni se respetan los derechos humanos, vino a reafirmar el creciente consenso internacional sobre la narco tiranía militarizada de Maduro, impulsado principalmente por tres informes de Luis Almagro, Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Su primer informe en mayo de 2016 documentó graves alteraciones al orden constitucional en Venezuela. En su segundo informe de marzo de 2017, destacó que a la luz del deterioro de las instituciones democráticas, se había producido una ruptura del orden constitucional.

Un tercer informe en julio de 2017, destacó que a la luz de los graves abusos y atrocidades del régimen de Maduro, sugería que crímenes contra la humanidad pudieran haber sido perpetrados por el aparato de seguridad y los paramilitares. Para investigar estos hechos cuenta con la cooperación de Luis Moreno-Ocampo, ex Fiscal de la CPI.

El informe sería presentado a finales de octubre. En ese momento basta que uno solo de los países miembros de la OEA signatarios del Estatuto de Roma que son 28 de sus 35 miembros refiera el caso a la CPI para que se proceda a investigarlo.

Esta iniciativa se acelera. Dentro de tres días, el14 del presente mes habrá una sesión pública en la OEA con víctimas y sus evidencias. Al día siguiente dos generales venezolanos y un coronel describirán los planes militares utilizados en estos crímenes, que incluye órdenes recibidas, y cadena de mandos. Luego jueces y fiscales venezolanos describirán sus experiencias en estos hechos, y al final un grupo de expertos suministrará su análisis de las intervenciones. El informe final será entregado al Consejo Permanente de la OEA, y copia a la Fiscal de la Corte Penal Internacional.

No cabe duda que el informe del Alto Comisionado de la ONU representa una contribución importantísima para los efectos de este proceso, donde por primera vez las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos sumarían sus esfuerzos .Un hecho sin precedente.

LOS PRESOS POLÍTICOS SECUESTRADOS Y TORTURADOS

Desde el Alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, y alcaldes de otras importantes ciudades como Daniel Ceballos de San Cristóbal, Alfredo Ramos de Barquisimeto, David Smolanski del Hatillo, y otros. Leopoldo López la figura política más popular. Jon Goicochea, el general Raúl Baduel y su hijo, el profesor Santiago Guevara, Lorent Saleh, y una larga lista de disidentes siguen siendo secuestrados bajo humillantes, e inhumanas condiciones. Su liberación representa una causa prioritaria nacional.

CONCLUYO

Seguiré haciendo todo lo que esté a mi alcance para asegurarme de que los Maduro, Cabello y Padrino de Venezuela lleguen, más temprano que tarde a la plácida ciudad de La Haya donde los acogerá la justicia internacional, o de ser antes capturados bajo la aplicación de la Jurisdicción Universal, similar a la que le permitió al Magistrado español Baltazar Garzón hacer detener al General Augusto Pinochet mientras visitaba Londres.

O activando disposiciones de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (Convención de Palermo) donde el régimen venezolano calza con sus objetivos como grupo estructurado de delincuencia internacional, y pueden ser detenidos fuera del país. No olvidar que el narcotráfico es precisamente eso.

Ningún lugar debería ser un refugio seguro para quienes han cometido crímenes contra la humanidad, ejecuciones extrajudiciales, tortura y desapariciones forzadas, como es el caso del régimen encabezado por Nicolás Maduro, Tarek el Aissami, Maikel Moreno, Vladimir Padrino, Nestor Reverol, y Diosdado Cabello, y menos aún pertenecer al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas donde su presencia representa la negación de los valores y principios para lo cual fue creada. Debemos promover su expulsión.

AMIGOS

Pertenezco a la era democrática venezolana. Representé a mi país en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y después fui Asesor del SG de la ONU, Kofi Annan. Participé en la creación del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, así como en la promoción de la Corte Penal Internacional (CPI). Fui testigo en la defensa del comandante bosnio musulmán de Srebrenica, Nasser Oric, y de la acusación contra los criminales Radovan Karadzic y Slobodan Milosevic.

¿Cómo imaginarme entonces que un día me encontraría aquí, en el Palacio de las Naciones, cntribuyendo a desenmascarar la narco tiranía militarizada de Maduro, y buscando el apoyo internacional para liberar a mi país y a nuestro pueblo de estos criminales que han secuestrado nuestra libertad y nuestros derechos.?

El valiente Príncipe Zeid bin Ra’ad Al Hussein, y su extraordinario equipo han hecho una contribución más que significativa para reafirmar los valores de la ONU pisoteados en mi país. Para ellos toda la gratitud, respeto y admiración de nuestra gente.

Como le dije una vez a Hugo Chávez a quien acusé en la CPI por crímenes de lesa humanidad “Chávez te espero en La Haya”, pero el todopoderoso lo encontró primero que la corte.

Hoy repito: Maduro, ahora son la OEA y la ONU los que te esperan en La Haya. El mundo se les va haciendo más pequeño y menos tolerante a los que abusan de sus pueblos.

No podemos dejar el campo libre a los tiranos. No tengo la menor duda que los venezolanos rescataremos nuestra patria. Se lo debemos a nuestros muchachos asesinados, a los perseguidos, torturados y encarcelados .A los casi dos millones de compatriotas extrañados de su país, que hoy son más venezolanos que nunca.

Palacio de las Naciones

Ginebra, 11 de septiembre de 2017

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