Down to be up: Bárbara Rondón

«No soy especial por ser síndrome down, sino por lo que hago»

Bárbara Rondón, de 27 años de edad, estudia Artes Liberales en New Jersey

MAOLIS CASTRO
macastro@el-nacional.com

De frente, viendo con aplomo a decenas de asistentes en el auditorio Fernando Crespo Suñer de Ciudad Banesco, en Caracas, se expone Bárbara Rondón. Hace días que ha pensado en el momento de la conferencia, pero es imposible que no la ataquen los nervios unos minutos antes de ofrecer el discurso inaugural del 16° Congreso Internacional sobre Síndrome de Down.

Es la primera vez que cuenta su historia a tantas personas ­como dice ella­ con la intención de demostrar que se ha convertido en un ejemplo que debe seguirse.

A medida que desaparece el nerviosismo, Bárbara Rondón, de 27 años de edad, exhibe algunos méritos: dominio de tres idiomas ­español, inglés e italiano­, una medalla de plata en equitación ganada a los 9 años de edad, estudios de Artes Liberales en una universidad de New Jersey, en Estados Unidos, y más de siete años de experiencia laboral en una tienda por departamento.

Así deja sentado que venció los obstáculos impuestos por el síndrome de down.

«No soy especial por ser síndrome de down, sino por lo que hago. Para mí es fácil ser un modelo por seguir, pues soy una persona que enseña y comparte sus logros. La idea es que otros aprendan de ellos y crezcan», señala Rondón. Sus palabras levantan de sopetón a una multitud de los asientos del auditorio para aplaudirla.

Para Juan Perera, representante de la Asociación de Síndrome de Down de Baleares (España) y ponente en el congreso, las personas especiales poseen cualidades que deben ser aprendidas por el resto de la sociedad. «Si hay una virtud en la cual son expertos es en la paciencia. Saben esperar y jamás se desesperan. Valoran lo que a muchas personas no les cuesta casi aprender. De ellos debemos aprender valores como la tolerancia, el respeto y la paciencia, entre otros», indicó.

Quizás el mayor obstáculo que se asoma a medida que pasan los años para una persona especial es superar las dificultades al hablar. Rondón admite que en ocasiones no soporta las dificultades para comunicarse: «Por escrito me expreso mejor. Cada vez se me hace más complicado hablar».

Su casa, en Estados Unidos, es un almacén de escritos: poemas, una biografía y otras expresiones. Hace poco que ha apelado por abrir un blog para llevar a los demás su experiencia. También protagonizó el cortometraje «Down to Be Up» sobre su vida, realizado por su hermana Victoria Rondón, y nominado en un festival de vídeos de Miami. «Quiero ser consejera para ayudar a la gente», asegura.

En la universidad sigue un curso de Psicología y su expediente de notas suele distinguirse por acumular la mayor calificación: A. «Nadie puede colaborar con mis obligaciones. Cada día trato de aprender muy duro lo máximo que pueda. Nunca he dejado de luchar, especialmente cuando tengo una meta en mi mente».

Apoyo. Los padres de Bárbara, César Miguel Rondón y Adriana Mendoza, coinciden en calificarla de una bendición. Indican que desde niña fue decidida, segura, una explosión de energía. De acuerdo con María Susana Padrón, presidente de la Asociación Venezolana para el Síndrome de Down, es fundamental el apoyo familiar y de la sociedad para el desarrollo de las personas especiales.

En el caso de Bárbara no ha faltado ese espaldarazo. Su familia asegura que no aprecian la condición especial como una discapacidad, sino como una oportunidad que los obliga a esforzarse por trabajar más unidos. «Más que aprender de nosotros, ella nos ha enseñado. Su autoestima es sorprendente, es como una inyección de optimismo», explicó César Miguel Rondón.

downtobeup.blogspot.com

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5 comentarios

  1. Felicitaciones Nena eres hermosa por dentro por fuera, Dios t BENDIGA siempre… sigue adelante expresate como solo tu sabes hacerlo con paciencia.

    Yo tengo un sobrinito con tu mismo sindrome y es eso hermoso como tu.

  2. Me encanto ver tu video y el contenido de tus reflexiones y experiencias. Gracias por compartirlas! Dios te bendiga. Shoi, amiga d tu abuela Otilia.

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