Esto es con usted (El documento de los Obispos)

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Usted puede ser católico o no. Puede ser esa variante extendida en nuestro país que se define como católico-no practicante. Puede ser sencillamente cristiano. Puede ser,  inclusive, creyente de otras religiones: el judaísmo, el islam, por citar las otras dos grandes religiones monoteístas. O  puede dedicarse usted a otras creencias. Puede usted ser un devoto de la religión Yoruba, por citar una que también está muy en boga últimamente. Es más, usted puede ser ateo, pero es indudable que en ese mapa tan variopinto de la población venezolana, los sacerdotes, los obispos, la Conferencia Episcopal tienen una voz y una autoridad indiscutible. Han sido referente fundamental en la historia de nuestro país, sobretodo, por ejemplo, en la historia política del siglo pasado; los famosos sermones de Monseñor Pellín en plena dictadura, por citar un caso emblemático e importante. Las memorias, los testimonios de Monseñor Baltazar Porras durante los duros sucesos de abril del 2002, son otra referencia cercana y fundamental que igual hay que citar.

  En todo este devenir, en todo este largo proceso de 15 años, los obispos también han tenido una participación muy firme. Y los obispos forman parte del país, son ciudadanos venezolanos, de manera tal que hay entre ellos diferencias conocidas. En los Andes, ciudades tan cercanas como Mérida y San Cristóbal, tienen obispos de criterios políticos muy distintos, como lo pueden ser Monseñor Moronta y el ya citado Monseñor Porras. Pero hay un momento en que se unen todos los obispos, logran superar, como no lo hacemos los demás venezolanos, las diferencias y ponen por delante el ideal nacional. Firmado por el Presidente de Honor de la Conferencia Episcopal Venezolana, el Cardenal Urosa, junto a su Presidente, Diego Padrón, y demás miembros de la directiva –incluido Mario Moronta- a nombre de todos los demás obispos del país, tenemos un comunicado fundamental sobre lo que nos está ocurriendo. Creo que ninguna institución ha dado un documento tan fuerte, tan contundente y tan meridianamente claro sobre lo que nos está pasando. Voy a detenerme en algunas de las ideas del documento de los obispos.

  Causa fundamental de la actual crisis es la pretensión del partido oficial y autoridades de la República de implantar el llamado “Plan de la Patria”, detrás del cual se esconde la promoción de un sistema de gobierno de corte totalitario, que pone en duda su perfil democrático (…)

  Allí, para los obispos, está la raíz de todo, el fulano “Plan de la Patria”.

  Dice luego:

  Los estudiantes y otros manifestantes pacíficos, ejercen su legítimo derecho, previsto en la Constitución, y merecen, por tanto, todo respeto (…)

  Debería sentirse por aludido de manera directa en esto el Ministro Rodríguez Torres.

  Pero, atención señores radicales de la oposición que tienen bloqueadas calles en algunas ciudades del país y, en particular, las zonas del este de Caracas.

  El empleo de barricadas y el ataque hacia personas e instituciones, así como la quema de vehículos particulares y de servicio público, crean una situación que no se debe aceptar ni aplaudir.

  Es decir, los obispos están exactamente en el medio de la calle.

  Reiteramos nuestra firme exigencia de que el Gobierno desarme a los grupos civiles armados. Su actuación coordinada, siguiendo unos patrones determinados, demuestra que no se trata de grupos aislados o espontáneos, sino entrenados para intervenir violentamente. En muchos casos han actuado impunemente bajo la mirada indiferente de las fuerzas del orden público, por lo cual la actuación de éstas ha quedado seriamente cuestionada.

  Esto también es con usted Ministro General Rodríguez Torres, con usted Ministra de la Defensa, señora Meléndez  y con el Comandante General de la Guardia Nacional Bolivariana.

  Los obispos luego dicen:

  Lamentamos los asesinatos de civiles y de Guardias Nacionales ocurridos en las manifestaciones (…) De igual modo rechazamos la criminalización de la protesta ciudadana y la negación práctica de los derechos humanos en el trato a los manifestantes…

  Esto es con usted señora Gabriela Ramírez, Defensora del Pueblo.

  …Denunciamos la abusiva y desmedida represión contra ellos, las torturas de que han sido objeto muchas de las personas detenidas y la persecución judicial a los Alcaldes y Diputados contrarios al oficialismo.

  Esto es con usted señora Gladys Gutiérrez, Presidenta del Tribunal Supremos de Justicia.

  La restricción de la información tanto en la prensa como en los medios radioeléctricos atenta contra el derecho del pueblo a estar bien informado (…)

  El desabastecimiento, la carestía de la vida, la inseguridad y las restricciones en la venta de gasolina, más notables en el interior del país y en las zonas fronterizas, se traduce en angustia y malestar creciente de la población (…)

  Y esto que sigue es directamente con usted, señor Maduro:

  El Gobierno se equivoca al querer resolver la crisis por la fuerza. La represión no es el camino. Con ella no ha podido evitar las manifestaciones de protesta ni dar respuesta al descontento y la rebeldía de la gente. La salida de la crisis es clara: el diálogo sincero del Gobierno con todos los sectores del país, con una agenda previa y en condiciones de igualdad, y con gestos concretos, evaluables en el tiempo, como señales de la necesaria  rectificación (…)

  Hacemos un llamado a todos los venezolanos, especialmente a los dirigentes del Gobierno y de la oposición, a considerar la extrema gravedad del momento presente, y a evitar que el país se siga desangrando y se derrumbe por la violencia.

  Exhortan al diálogo. Después de esto, pues, solo queda esperar a que, en efecto, entre el Vaticano a mediar. Pero Monseñor Parolin, el Secretario de Estado del Vaticano, todavía no recibido comunicación alguna del gobierno de Nicolás Maduro.

  Bien por los obispos. Es un documento que hay que suscribir en su totalidad.

 

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Un comentario

  1. Muy bueno este análisis. Todos los creyentes nos tenemos que sumar a la búsqueda de soluciones a los problemas que nos aquejan. Además, continuar la oración y la acción centrada en el amor porque ello nos ayudará a encaminarnos hacia la consolidación de una sana convivencia,
    Mi admiración,un abrazo!

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