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Hoy El nacional nos dice que, según cálculos del CENDAS, la Canasta Alimentaria en enero alcanzó 18.342,96. Es decir, se requieren 3,8 salarios mínimos para comprar los alimentos de una familia de cinco personas. Estamos hablando solo de los alimentos: 3,8, prácticamente cuatro salarios mínimos para poder alimentar una familia de cinco personas. No estamos hablando de la Canasta Básica, estamos hablando de sólo lo imprescindible para comer. ¿Cómo se hace entonces para vivir, para pagar la vivienda, para el transporte, para la salud? Y olvídese de la diversión, porque los venezolanos ya no tienen derecho alguno a divertirse.
Por otra parte el diario 2001 nos advierte: “El Simadi pegará en el bolsillo. El Superintendente de Precios Justos dice: lo que se importe a dólar en el Sistema Marginal de Divisas será reconocido en la estructura de costos.” Es tasa no ha bajado de 170 bolos desde que empezó a operar.
Es decir, esas cifras de la Canasta Alimentaria se van a poner peor, mucho peor. ¿Y mientras el país está en eso, en qué anda su presidente? Da fastidio leerlo pero hay que hacerlo. Me voy a remitir solo al diario oficialista Vea: “Maduro exigió a los yanquis respeto por Venezuela. “Yanquis del carajo respeten nuestra patria”. Esto fue en Yaracuy.
Hace días habíamos leído un tuit muy interesante que decía: “Si el presidente Maduro es honesto con su palabra debería suspender ya las relaciones con Estados Unidos y además declararles la guerra” Pues ya no halla qué hacer para provocarlos, los insulta, les dice lo que le viene en gana, busca palabrotas y nada. Está como esa imagen llanera del hombre solo y asustado, silbando en la oscuridad.
Mientras, su último preso, Antonio Ledezma, ha escrito una carta desde Ramo Verde. Leo algunos párrafos:
“… Experimento con Leopoldo y Daniel, una prisión injusta por encargo de un régimen desesperado que se va quedando sin pueblo y pretende mantener el poder a costa del deterioro creciente de nuestra patria, cuyo pueblo no escapa a la crisis múltiple del orden económico, social, político y muy especialmente, a la aguda crisis moral que nos reta a prepararnos para poder combatirla.
“Perder a Venezuela es el único miedo que siento y ese sentimiento paradójicamente me nutre de coraje para no claudicar en la idea de soñar con mi Venezuela que está en el imaginario de la juventud que se desvive apasionada por la patria que merecemos.
“… No pido clemencia, simplemente, solidaridad oportuna para salvar la democracia en riesgo de desaparecer.
“Pido a los compañeros y compañeras de la unidad que no permitamos que el régimen nos divida. Ese es un recurso junto a la represión que le queda a esta camarilla corrompida, para evitar la derrota que ya temen. Solo dividiéndonos podrán sobrevivir sobre las ruinas de este desastre que han provocado con sus dislates.
“Hay que seguir luchando en la calle, cívicamente con la constitución en la mano y con la razón por delante, porque ellos tienen las armas, nosotros las ideas para unir a los venezolanos. La violencia son saltos al vacío que no conducen a ninguna parte.
“… Este régimen se sostendrá solo si nosotros nos dejamos paralizar de miedo y nos resignamos a ver cómo se desmorona la nación por cuyo mejor destino debemos movilizarnos.”
Para cerrar, la prensa se llena de informaciones con relación a Julio Borges. La oposición se ha cuadrado militantemente con él, pero en Vea leemos: “El allanamiento de Borges debate hoy la Asamblea”. Es decir, Borges será, por lo visto, el próximo preso del régimen de Nicolás Maduro.
Pero como ayer le dijo Henry Ramos Allup a nombre de toda la oposición: “Maduro, te hará falta cárcel pa´tanta gente”.
Un comentario
Sr. Rondón. muy acertado su editorial, pero de lo que dice Ramos Allup «…hará falta carcel pa´ tanta gente…» no estoy de acuerdo, ya que la ministra penitenciara tiene la solución perfecta: suelta a los delincuentes a la calle y mete a los opositores.