Necedades

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  Decía Carl Bernstein, el famoso periodista del Washington Post, quien junto a Bob Woodwar en los años 70 cubrió el caso Watergate que condujo a la destitución de Richard Nixon, que en la actualidad los medios, la prensa en general y muy especialmente los medios radioeléctricos, han dado un espacio exagerado e injustificado a Donald Trump. Éste dice cualquier necedad y de inmediato los medios se vuelcan sobre él. Es cierto, nosotros, periodistas y medios, debemos reparar cuidadosamente en este asunto. Trump entiende que mientras más exagerado y estrambótico sea lo que dice, más centimetraje y espacio en los medios radioeléctricos tendrá. Algo parecido nos pasa a nosotros los periodistas venezolanos, solo que hay una pequeña diferencia. Un periodista en los Estados Unidos puede optar por no ocuparse de Donald Trump; total, por lo pronto es apenas un aspirante dentro del partido republicano a la presidencia de la nación. En nuestro caso, estamos como amarrados, obligados a ocuparnos de cuanta necedad se dice desde el alto gobierno.

  En lo personal, confieso, quisiera ocuparme en transmitir a ustedes, gentiles lectores, la inmensidad de cosas importantes que se dan en el país. Pero tener ocuparse de la imbecilidad de Iris Varela refiriéndose a si se le corrió o no el maquillaje a Capriles o a Guanipa; tener que ocuparnos de Maduro que se pone a bailar en cadena nacional para bloquear la rueda de prensa de la MUD, celebrando que las marchas en todo el país contra el Consejo Nacional Electoral fueron reprimidas con gas y violencia, es lamentable.

  Este oficio nuestro cada día se hace más lamentable. Sobre todo porque el castellano se va haciendo cada vez más estrecho, más pequeño. A veces, lo que provoca es decir solo dos o tres palabras y no hablar más. Dos o tres palabras que usted, querido lector y oyente, sí puede decir del otro lado del receptor. Allí, en la soledad del vehículo, en la cola, en medio de la penuria, en medio del hastío de la vida cotidiana.

  Ayer pedíamos un día de paz que no lo hubo. Hemos debido pedir también un día de justicia, que tampoco lo hubo. Estamos enfrentados a un grupo de individuos sin ningún tipo de escrúpulos, ni de moral. Un grupo de individuos a los cuales la cédula de identidad de la República de Venezuela les queda grande. Violan la Constitución a su antojo sin que quede nada. Violan la decencia, la integridad, la paz de los venezolanos sin que les importe.

  Pues bien, ayer fue apenas un día. La oposición dijo que seguirá en la calle. Pero ya no es correcto seguir hablando de la oposición, hablemos mejor del país porque es un país todo contra un pequeño grupo de… Y me ahorro el calificativo porque quiero seguir al aire.

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3 comentarios

  1. Es lamentable tener que decir en relación a este artículo que es «Excelente» cuando su contenido solo refiere la ocurrencia de hechos en nuestro país que no se justifican en una sociedad moderna y en tiempos de globalización. La observación de todos estos sucesos que pasan en Venezuela, y luego la comparación que indefectiblemente hacemos en relación a hechos que de la misma naturaleza y que tienen su causa en razones similares en otros países del mundo, por no ir muy lejos, latinoamericanos, nos dejan ver que aquí entre nosotros la anormalidad, la injusticia y la violación por parte del gobierno de nuestros derechos civiles, económicos y políticos se ha vuelto recurrente, tanto que ya hasta parece normal. Solo por saber que muy en el fondo existe una base de valores y principios que están muy por encima de las actitudes negativas de quienes gobiernan
    hoy, y que son la base que sustenta el conjunto de normas jurídicas principales que componen la constitución, es por lo que no renuncio a mi derecho de luchar por mantener la democracia en la que naci, y que aún cuando hoy se encuentra ultrajada y despellejada, faltan reservas fundamentales que se han activado y que se reflejan en la mayoría del país que voto por el cambio el 6D. A pesar de todo lo referido en ese contenido leido, igual digo q es «excelente».

  2. EXCELENTE su comentario Señor Cesar Miguel Rondon. Ojalá hubieran más periodistas con su inteligencia y valentía. Lo seguiremos escuchando y pidiéndole que nos siga informando en lo que pueda. Le escribe una mujer de 68 años que en mi vida había vivido en esta locura y que en la Historia de Venezuela se había vivido tanta degeneración en un Gobierno. Seguimos orando para que a nuestro País le llegue la PAZ Y LA LIBERTAD, que nos merecemos todos los venezolanos de buena voluntad. GRACIAS por apoyarnos.

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