Una tontería

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  Este es un país, por lo visto, frágil, muy frágil. Un pequeño cortocircuito puede ocasionar severas dificultades. Ayer hubo en el principal aeropuerto del país y todo fue caos, desorden, desinformación, desconcierto, en fin…

  “La incompetencia tiene al país incendiado”, dice la mancheta de hoy del diario El Nacional. ¿Por qué la incompetencia? Porque cualquier usuario de Maiquetía puede sospechar que atacar ese cortocircuito con la prontitud del caso era esperable que no ocurriese.

 “ Incendio obligó a suspender ocho vuelos internacionales”. Empleado de aerolínea denunció que los sistemas de seguridad no funcionaron y debieron abandonar corriendo las oficinas porque el humo los asfixiaba, dice el diario El Nacional.

  “Humero paralizó Maiquetía”, nos dice Últimas Noticias. No sonó ninguna alarma, ni se activaron planes de evacuación, dijeron pasajeros y empleados. Al menos quinientos pasajeros perdieron sus vuelos.

  “Incendio retrasa los vuelos en Maiquetía”, nos dice el Diario 2001 ilustrando su primera página con una fotografía tomada desde lejos donde vemos el humero, la nube negra que sale del interior del terminal aéreo.

  Un funcionario entrevistado por Luis López, Andrés Rojas en El Nacional dice: “Los sistemas de seguridad no funcionaron, no había agua, salimos corriendo porque el humo nos asfixiaba” (…) A las dos de la tarde no se había informado nada todavía. –Oficialmente no se había cancelado ningún vuelo pero ya todo el caos se había apoderado del aeropuerto.

“Al principio no hubo nadie quien diera la orden de evacuar, y la mayoría decidió hacerlo porque es una cuestión de sentido común”, dijo un pasajero que volaba a Panamá.  (…) La orden de abandonar la instalación se dio luego de 15 minutos, y una hora después los usuarios comenzaron a trasladarse hacia las puertas laterales del aeropuerto para obtener información, pero el personal no pudo suministrar respuestas.

  Caos total. Esa la marca de la gestión gubernamental que tenemos hoy en día, donde todo funciona casi que por inercia. Así funciona el aeropuerto, las escaleras automáticas no sirven, las pocas que sirven están sucias, inmundas; el aeropuerto es un caos. Pero el director general del aeropuerto, Luis Graterol, declaró a canal 8 –obviamente – que el incidente no fue nada mayor. Y la ministra para el Transporte Aéreo y Acuático, Elza Gutiérrez dijo, citada en la primera página de El Nacional: “Solamente hubo una pequeña falla eléctrica en la oficina de una línea aérea. Se cumplieron todas las normas de seguridad oportunamente, por lo cual se evitaron incidentes que lamentar. Las operaciones se han restituido y todo ha vuelto a la normalidad.”

  Según la ministra y el director del aeropuerto fue una tontería.  Y todo se atendió como se debía de atender. Qué cosa que, para variar, los usuarios –los llamados ciudadanos de a pie, el país, el pueblo, en fin… – digan exactamente lo contrario de lo que dicen las autoridades.

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