Si no actuamos, nos aplastarán - Carlos Raúl Hernández

El comunismo en EEUU – Carlos Raúl Hernández

Publicado en: El Universal

Por: Carlos Raúl Hernández

EEUU es una de las pocas naciones que eludió el totalitarismo, la dictadura compleja llamada “estabularia”, y también la tradicional. Los intentos de Trump y antes de Roosevelt demostraron que su estructura política federal, requeriría no de uno sino de cincuenta golpes de Estado para doblegar otras tantas formaciones judiciales, fuerzas armadas y policiales regionales. En el plano simbólico esta sociedad es un misterio. Para Jean Baudrillard y Slavov Zizek no existe nada específicamente norteamericano sino un ente culturófago que se traga todo y digiere las cosas buenas y malas de cualquier parte. “Lo que no se consigue en NY es porque no existe”, dicen los newyorkers con razón. Por eso resulta difícil en la actualidad concebir que desde los peregrinos del Mayflower, las más variadas sectas religiosas fanáticas sembraron profundas raíces comunistas y anarquistas, y otras practicaban una incipiente economía del mercado.

EEUU es una de las pocas naciones que eludió el totalitarismo, la dictadura compleja llamada “estabularia”, y también la tradicional. Los intentos de Trump y antes de Roosevelt demostraron que su estructura política federal, requeriría no de uno sino de cincuenta golpes de Estado para doblegar otras tantas formaciones judiciales, fuerzas armadas y policiales regionales. En el plano simbólico esta sociedad es un misterio. Para Jean Baudrillard y Slavov Zizek no existe nada específicamente norteamericano sino un ente culturófago que se traga todo y digiere las cosas buenas y malas de cualquier parte. “Lo que no se consigue en NY es porque no existe”, dicen los newyorkers con razón. Por eso resulta difícil en la actualidad concebir que desde los peregrinos del Mayflower, las más variadas sectas religiosas fanáticas sembraron profundas raíces comunistas y anarquistas, y otras practicaban una incipiente economía del mercado.

Le otorgó 120 mil Kms. de territorio en la colonia hoy Pennsilvania, capital Filadelfia, la primera república democrática del mundo en 1682. Penn elabora una constitución, Marco de gobierno, el sufragio y los derechos individuales, que cien años después inspira la Constitución de Estados Unidos que George Washington hace aprobar ahí mismo. A un extremo, la secta de la Segunda Aparición de Cristo o shakers, era encratista y prohibía las relaciones sexuales e incluso el matrimonio. En otro, los perfeccionistas, practicaban el amor libre. El ideólogo socialista europeo Robert Owen a una secta llamada los economitas, compra la próspera comunidad de Armonía dedicada a la, impresión, destilación, carpintería, fundición, y muchas otras actividades altamente productivas.

E inicia el primer experimento comunista moderno que no es en Rusia de 1917, sino en Estados Unidos durante el siglo XIX. Inicia los malos pasos y colectiviza la economía con su Constitución de Igualdad para pasar de la competencia a la solidaridad. Declara que “libraré a la Humanidad de sus tres males más monstruosos: la propiedad privada, la religión irracional y el matrimonio…”. Y en poco tiempo una comunidad exitosa modelo se convirtió en abandono, decadencia, caos. Sus miembros entran en conflictos judiciales por pago de deudas, peleas, conflictos y Owen se rinde y regresa a Europa vencido el primer proyecto socialista, quebrado al perder cuatro quintas parte de su fortuna en el experimento. El hombre nuevo resultó estafador. En apenas dos años, el socialismo convirtió aquel emporio en un antro de pleitos y escasez.

E inicia el primer experimento comunista moderno que no es en Rusia de 1917, sino en Estados Unidos durante el siglo XIX. Inicia los malos pasos y colectiviza la economía con su Constitución de Igualdad para pasar de la competencia a la solidaridad. Declara que “libraré a la Humanidad de sus tres males más monstruosos: la propiedad privada, la religión irracional y el matrimonio…”. Y en poco tiempo una comunidad exitosa modelo se convirtió en abandono, decadencia, caos. Sus miembros entran en conflictos judiciales por pago de deudas, peleas, conflictos y Owen se rinde y regresa a Europa vencido el primer proyecto socialista, quebrado al perder cuatro quintas parte de su fortuna en el experimento. El hombre nuevo resultó estafador. En apenas dos años, el socialismo convirtió aquel emporio en un antro de pleitos y escasez.

Otro de los grandes socialistas europeos es el francés Etienne Cabet, ya famoso por sus obras Viaje… a Icaria y El verdadero cristianismo… en las que reivindica los modelos utópicos de Thomas Moro y Campanella. Compromete a que acepten su condición de dictador por una década a mil quinientos peregrinos que embarca desde Francia a EEUU en 1848 y establece Icaria en Navoo-Illinois, también una próspera comunidad entonces más grande y rica que Chicago. “Nuestro programa es el comunismo racional democrático: aumento de la producción, reparto equitativo, supresión de la miseria…”. Cabet elimina el derecho al voto de todos e incluso el de voz las mujeres, con una sentencia apabullante… “el pueblo debe estar protegido de la tentación de buscar la verdad por el contraste de opiniones”.

Lea también: «La soledad del corredor de fondo«, de Carlos Raúl Hernández

 

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