Empacado al vacío – Soledad Morillo Belloso

Por: Soledad Morillo

Tal cual. Como si hubieran agarrado a todo un estado, lo hubieran metido en una de esas máquinas de empaque almk9HMijk_400x400 vacío y lo hubieran lanzado en el congelador. Eso es básicamente lo que hicieron con Amazonas y todos sus ciudadanos.
Cuatro diputados electos el 6D2015, ya debidamente proclamados como tal por el CNE, son objeto de una decisión cautelar del TSJ que les suspende la proclama del organismo electoral. Esto ocurre a días de la fecha instalación de la nueva legislatura de la Asamblea Nacional, con el año nuevo de por medio. El TSJ acepta otras impugnaciones, pero sólo éstas, las que corresponden a Amazonas, reciben además esas (tan poco cautas) medidas cautelares que generan cientos de preguntas para las cuales no hay respuestas. «Bolserias tuyas», me apuntan algunos que dicen que yo soy demasiado formalista. Puede ser. Puede que yo tenga una idea tontorrona sobre que el Estado no puede ignorar o pisotear a los ciudadanos, que en democracia manda el pueblo, es decir, gente de carne y hueso, que no una entelequia. Puede que yo sea de esas muchas o pocas personas que cree que el Estado de Derecho no es apenas un adorno con flecos. Y que los tecnicismos no son faralaes.
Que alguien, de preferencia un abogado constitucionalista, me explique por favor cómo se puede «esfumar» un estado de nuestra República del Poder Legislativo Nacional. ¡Puf! Las impugnaciones me parecen un tremebunda memez, pero es cuestión de contestarlas y oponerse a ellas legalmente. La medida cautelar que suspende la proclamación de los diputados electos de Amazonas es,  en cambio, un exabrupto. Una burrada con patas. Porque borra de un plumazo de tipex a todo un estado, a todos sus ciudadanos. Los empaca al vacío y los mete en el lugar más profundo del congelador.  Un proceso criogénico, pues. Aquí hay entonces una patada a derechos colectivos y difusos. Creo yo.
Los diputados a la AN tienen por concepto constitucional doble representación: representan a sus estados y representan también a la nación entera. La decisión del TSJ, a días apenas de la fecha de instalación de la nueva legislatura (indicada claramente en la Constitución) es una olla con huecos por los que se escapa la lógica y, vaya detalle, la gobernabilidad. Una coladera de esas que se usa cuando se prepara pasta. Cualquier decision que tome la nueva AN, sin el concurso de la representación de Amazonas, ¿es acaso legal? Es distinto que X diputado no asista a una sesión, a que no se le permita asistir.  Como mis legos ojos lo ven, el TSJ ha creado un vacío y, gravísimo, ha metido al país en una calle ciega.
Tengo la cabeza llena de preguntas: ¿puede la nueva legislatura instalarse el 5 de enero con la faltante de la representación de Amazonas?; ¿la mayoría y la minoría se calcularían entonces sobre un total de 163 diputados y no sobre el total de 167 que es legalmente el número de representantes? ¿Puede el TSJ tomar una decisión que desestima de plano la voluntad del pueblo y le aplica resoplido de mamut? Ya sabemos que la actual legislatura tuvo un lamentable desempeño y que sale vergonzosamente por la puerta de atrás. Pero, ¿será que la nueva legislatura comienza cojeando?
Por supuesto, se me dirá que este lío constitucional comienza por el nombramiento, a las trancas y barrancas, con prisas poco elegantes, de nuevos magistrados del TSJ, lo cual sabemos bien que fue una jugarreta de un oficialismo aturdido por su catastrófica derrota el 6D. Pero no hay que perder la perspectiva e insistir en la lógica. No se puede profundizar el disparate. Lo del TSJ huele a acción de bucaneros.   Y la chapuza se ve a leguas. Y, lamento decirlo, aquí hay más disparates en agenda. No creo ni por un segundo que esto sea lo único que sacarán del sombrero. Mientras suenen los fuegos artificiales del año nuevo, se forjarán nuevas magias.
¿Feliz año?
@solmorillob

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