Los duros de la pantufla-Carlos Raúl Hernández

Por: Carlos Raúl Hernández

Habrá que reconstruir la oposición por enésima vez, comoCarlos Raúl ocurre cada vez que hay asaltos.

Maduro le echa otra paletada de tierra a la economía. Su terquedad, la nociva presencia del Monje Loco y el de Pdvsa en el gabinete, y algunas otras desgracias, lo llevan sótano tras sótano. Un aumento del salario mínimo de 30% en cualquier lugar del mundo sería descomunal, salvo en una economía inflacionaria y en vez de paliar los problemas, les hecha una lata de gasolina. Gran cantidad de empresas pequeñas y medianas, abastos panaderías, talleres, lavanderías, no podrán pagarlo y tendrán que despedir gente con incremento del desempleo y oligopolización de la economía, porque sobreviven los más fuertes. En vez de compensar un poco los aumentos de precios, los incrementa, al aumentar demanda sobre la misma cantidad exigua de bienes, cuya escasez según algunos informes pasa de 40%.

El Gobierno se empeña en mantener al país en el peor de los mundos. Si la harina de maíz no existe, ahora tampoco existirá, pero no existirá más cara, al precio que la vendan los informales en sitios de peregrinación. Y en pocos meses la nueva oleada inflacionaria creada por el seudoaumento, hará nugatorio el supuesto 30%. Se cumple un principio: en situaciones de desequilibrio macroeconómico, cualquier medida fuera de un programa integral es peor que no hacer nada. Cada decisión pirata acerca la amenaza del colapso, el día que no abrirán los bancos, el dólar amanecerá a 150 chapitas bolivarianas o el kilo de café cueste ocho mil. Y con su cara de madera los hombres de la presidencia colegiada no saben qué hacer y parece que tampoco les interesa averiguarlo. Como de costumbre mienten cada vez que respiran, que les palpita el corazón pues no conocen otra forma de hacer política sino el engaño. Eso lo aprendieron del más grande en la materia que ha tenido el país.

Fuga de cerebro

Dicen haber atrapado «al cerebro de la insurrección armada en Venezuela», cuando es más que sabido, y por los cancilleres de Unasur y el Nuncio, que la única arma que blanden los jefes de la guarimba es un gin tonics mayamero y un asombroso atolondramiento. Carecen de armas y también de cerebro y tal vez el favor más grande que pudieran hacerle a la lucha es pasarse para el otro lado. Si apoyaran a Maduro lo destruirían, tal como casi logran con la oposición. No pueden haber «atrapado al cerebro» de algo tan descerebrado y aunque lo torture Torquemada en persona, no le sacarán ni una titilante neurona. Y ¡cuándo no! Descubre «que recibía el dinero del Norte», su anacrónica obsesión. EEUU está demasiado ocupado en hacer buenos negocios con los amigotes Ortega, Correa y Morales para ocuparse de esta parvada de manetos inflacionarios.

Mas debía fijarse Maduro que una de las dos inflaciones más bajas y los crecimientos económicos más altos de la región son los de Ecuador. Como lo ha dicho la MUD cien veces no hay luchas armadas ni otro Gigante Caraculiambro que ayude al Gobierno a tapar sus fracasos, y saben que la oposición real, sustantiva tiene un solo camino y es electoral. Cierto que hay algunos diletantes, desocupados y afines que hablan de «vías no electorales» y deberían explicar de qué se trata, aunque es de sospechar que es un divertimento, una especie de partida de dominó por Twitter. No hay nadie en la oposición que actúe en salidas armadas. Tal vez habrá añoranzas, deseos y agresiones a la MUD por colaboracionista, pero vienen de sujetos bien apertrechados en su inutilidad, que no aclaran dónde están sus bases guerrilleras, ni anuncian operaciones, ni las realizan, salvo se limitan a hablar aguado y mandar muchachos de los barrios a que los apalée la guardia en las barricadas.

Honores a Jaua

Desgraciadamente la llamada «Salida» recuperó el abstencionismo y, como los libros de caballería, le secó el seso a más de uno. Pero el compromiso real, material, sólido, es ganar las elecciones en San Diego y San Cristóbal y comenzar a organizar un triunfo resonante en las parlamentarias 2015. A quienes oyen los consejos de los duros de la pantufla es bueno refrescarles el equivalente actual del cogito ergo sum. Dijo Protágoras: abstencionista que se respete, será candidato a diputado, y mientras más vehemente sea su repudio antielectorero, mayor vehemencia pondrá en el lobby para que lo lancen. Antes habrá que reconstruir la oposición por enésima vez, como ocurre cada vez que hay asaltos de los que le apuestan a «voladas» y quiebran las vidrieras. Debían declarar a Jaua gran maestro.

Es legendaria su condición de encapuchado fundador, que entre los chavistas no la iguala ni el Zorro, tanto como su procedimiento, que lo convirtió en un misterioso personaje liberador, pues a él se le debió la institución week end extra largo, como a los obreros de Chicago la jornada de ocho horas. Los estudiantes sabían perfectamente que los viernes no había examen, porque el jueves a media mañana, comenzaba la lucha de clases en la puerta de la Universidad Central por la plaza de Las Tres Gracias. Sin que fallara ni una vez en tantos años, a esa hora comenzaba el combate con la policía y se sacrificaba en la hoguera algún vehículo para calmar la furia del dios de la revolución. A mediodía ya todo el mundo salía presto a su adelantado descanso y los guarimberos precursores tenían la cortesía de permitir la libre salida y entrada por los laterales del combate y así guardaban necesarias consideraciones.

@carlosraulher

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