Malos pensamientos - Carlos Raúl Hernández

Malos pensamientos – Carlos Raúl Hernández

Publicado en: El Universal

Por: Carlos Raúl Hernández

Los de filósofos y ensayistas de la revolución resurgida con nuevas formas, llamada por el ideólogo neomarxista Felix Guatari, “revolución molecular disipada”. Más allá del lenguaje complicado y fatuo, busca para romper la cohesión social desde múltiples ángulos, descomponerla en sus moléculas, ensanchar las diferencias naturales entre los seres humanos y exacerbar resentimientos que conduzcan al rechazo. La aplicación de la teoría de los micropoderes de Michel Foucault.

Desde las religiones, hasta el color de piel o el sexo (al que llaman “género”) son instrumentos de discordia. En el esquema revolucionario tradicional, el centro era la lucha de clases, hacer a los trabajadores enemigos de quienes les dan empleo. En el nuevo se apunta a hacer enemiga la mujer de su marido, negros y mestizos de blancos, jóvenes de mayores, musulmanes de cristianos, en una cadena de victimización, mentiras y errores. “Cultura de la cancelación” que refería Jean Maninat aquí mismo.

En 1977 aparece en Le Monde y Liberation una carta que pedía la libertad para un grupo de pedófilos enjuiciados por lascivia con varios pequeños, un episodio conocido como “caso Versalles”. Aunque te rías, el asunto dio origen al Frente de Liberación de los Pedófilos, muy en lenguaje izquierdista de la época. Los redactores de la carta estaban intranquilos por los procesados.

“…Corren riesgo de sentencia penal grave, ya sea por los encuentros sexuales con esos menores o por fotografiarse en ellos”. Exigían reformar el Código Penal para despenalizar en adelante esas situaciones y normalizar tales relaciones entre adultos y niños… cuando fueran de mutuo consentimiento”. El escándalo internacional obedece a que por primera vez se justifica y argumenta “filosóficamente” un delito socialmente tan connotado.

Sex machine

Pero lo más noticioso es que entre los firmantes, aparecían Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Louis Althusser, Michel Foucault, Gilles Deleuze, Jacques Derrida, André Gluksmann, Roland Barthes, Alain Robbe-Grillet. Por lo menos cinco de ellos padres intelectuales de la ahora llamada “política de género”, diferencialismo, deconstructivismo, veganismo,“lenguaje inclusivo”.

El feminismo revolucionario (radfem) rechaza al tradicional reformista de mujeres exitosas reales. Cuestionan a Obama y Luther King frente al radicalismo del Black panters como hace Attack. Los revolucionarios culturales no fueron solo artífices de teorías, sino que vivieron la praxis como buenos marxistas. A la muerte de Foucault se evidencia el rumor de su sadomasoquismo. En casa tenía espacios dedicados a dar y recibir torturas, e instrumentos con residuos de sangre seca.

Althusser, además de ahorcar a su mujer a pulso, confesó en su autobiografía “soy una estafa como filósofo… nunca pude pasar de la página siete de la Crítica de la razón pura”. En el caso de la dispareja Sartre-Beauvoir, según la biógrafa británica Carole Seymour-Jones, en su libro Una relación peligrosa (2008) hicieron de la pedofilia un sistema de vida, una especie de maquinaria organizada y eficaz.

La deslumbrante profesora Simone daba clases en liceos, seducía niñas, para luego hacer tríos con Sartre (“mi pequeña bestia domada” como lo llamaba) Pese a la eficiencia, no pudieron evitar escándalos. La madre de la niña Nathali Sorokine de 13 años, la denunció y despidieron a la profesora en 1943. Hubo varios otros incidentes triangulares, entre ellos los de las niñas Bianca Lamblin y Olga Kosackiewicz.

Fiesta para tres

Esta última los obsesionó pasionalmente a ambos, inspiró a Beauvoir La invitada y el ensayo Brigitte Bardot y la emancipación sexual de los menores. Beauvoir es la fundadora del feminismo revolucionario con su obra El segundo sexo. De la siguiente generación, surgen otras dos matriarcas, que se proclaman sus herederas. La norteamericana canadiense Sulamith Firestone.

Fundadora de los movimientos radfem en NY y Chicago, en su libro Dialéctica del sexo, propone “la destrucción de la familia, porque parir es la base de la opresión”, un “acto bárbaro” como defecar una calabaza … “Pero iremos aún más allá… La libertad de todas las mujeres y niños para hacer cuanto deseen sexualmente… la sociedad podría finalmente regresar a su sexualidad polimorfa natural; todas las formas de sexualidad serían permitidas y consentidas…”.

“Si el niño escogiera la relación sexual con adultos, incluida su madre genética, no tendría por qué rechazarlo (y debe darle) la cantidad de sexualidad genital de que el niño fuera capaz. Paciente esquizofrénica, murió de hambre en NY a los 67 años en 2012. Otra es la norteamericana Kate Millett, muy afectada de trastorno bipolar, con su obra Política sexual, en el que insiste en que “uno de los derechos esenciales de los niños está expresarse sexualmente con cualquiera, incluidos los adultos”.

“La libertad sexual de los niños es parte importante de la revolución”. Concibe los sexos tal como las razas y las clases sociales, base estructural de la opresión. Habría que preguntarse por qué los más importantes teóricos post marxistas, ideólogos feministas, veganos, animalistas y multiculturalistas, expresan esa obsesión con los niños. Lamentablemente personas sensatas que de buena fe se declaran partidarias de esas ideologías, no conocen sus meandros y turbideces.

 

 

 

Lea también: «La ficción de la mayoría«, de Carlos Raúl Hernández

 

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Post recientes