Sin Pena: Julio Coco Es Mi Profeta-Andrés Miguel Rondón

Por: Andrés Miguel Rondón

Anticipo la réplica: el mesianismo — síntoma recurrente de un caudillismo en exceso chabacano, anti-político y sin duda dañino en Sudamérica — hay que evitarlo a toda costa. Pero Julio Coco no es, y disculpen la digresión un tanto semántica, para mi el mesías sino el profeta al cual me subscribo. Esta mi opinión, a diferencia de las que abundan estos días, no busca ser absoluta — no quiere a un Capriles defenestrado de buenas a primeras por un Julio Coco avasallante, en cinco días — sino simplemente ser expuesta: si por mi fuera, la oposición tendría más de Julio Coco y Yéiker Guerrero y muchísimo menos de María Corina Machado, Leopoldo López y (no me contengo) el falso profeta de Reinaldo Dos Santos.

 Esto por diferencias que van más allá de lo político. Primero: no confío en la metodología de Voluntad Popular (disfraza cálculos políticos inocultables) ni en sus llamados a la ‘irreverencia’ o a la salida inmediata, puesto que sostengo que nos estamos adelantando al momento propicio para la verdadera protesta y exacerbamos de esa forma la polarización del país; además,  sobre este punto concuerdo con Francisco Toro en que estas guarimbas, entre otras cosas y cuanto menos, hacen que nos repartamos (en efecto justificadamente) la culpa por la crisis económica cuando esta debería ser torta de otra fiesta. Segundo: es para mi de ciegos no entender que la salida al Madurismo debe ser electoral y que por tanto el voto chavista es condición sine qua non para dicha salida — pensar que la salida de Maduro es inminente, cosa imperdonable, es cometer los mismos errores del 2002-2003. Tercero: Marco Rubio, Dos Santos (¡es que hay que ver a dónde hemos llegado!), la Guarimba y hashtags infinitamente necios como ‪#‎TuPeoEsMiPeo o ‪#‎TítulaUnaPelículaConGuarima o ‪#‎GuardaTuBasuraHastaEl12M lo único que hacen es alejar ese voto a punta de la más natural antipatía a la estupidez ajena.

 Les confieso que en los ojos de cualquiera soy inescapablemente uno de esos burgueses del Este que se pasó toda la vida en la burbuja geográfica que es el valle de Caracas. La única excepción a ese arquetipo sería que me pasé el verano antepasado en Catia y en Petare trabajando con microcréditos en un banco de microfinanzas. No digo esto con el menor afán politiquero ni con ganas de vanagloriarme de lo que para algunos de mis amigos era entonces una especie de turismo exótico. Lo digo para compartir un pensamiento que en aquél momento tuve: ver, desde las murallas informales de Caracas, los barrios megalopolitanos al valle es como ver sobre una hoja de papel la triste vida bidimensional de las hormigas. Y es con esa misma pena con la que veo los zarcillos de perlas en las vallas publicitarias de María Corina Machado o los clamores de victoria por un kiosco de Metro en el asfalto severamente pateado en Altamira.

 Alberto Barrera dijo un día: Venezuela es un país complejo, y sólo la complejidad puede salvarnos. Entender que la tiranía que vivimos no es una del gobierno contra la clase media (una especie de extensión a lo ocurrido en el Chavismo) sino la de un estado cleptocrático por más de dos siglos de democracia maquillado y a punta de populismo sostenido, que aquí la Magdalena ha sido perennemente el pueblo pobre que lejos de ti vive, y que esté ha sido en la última década doblemente defraudado (primero por la oposición y ahora, pronto lo sabrán, por el chavismo) — que la voz nueva, vacunada, de allí debe venir, en estos momentos tan críticos, para bien entender la miseria moral que nos inunda, es entender esa complejidad salvadora. Por esto, sus ideas y su elocuencia, lo digo sin pena: Julio Coco es, por ahora, mi profeta.

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5 comentarios

  1. Con respecto a la salida democrática del chavismo y madurismo, en mi opinión personal, es difícil debido a que estamos enfrentando un régimen no democrático donde los poderes están al servicio del gobierno y ello incluye al CNE. El gobierno se vanagloria de haber ganado elecciones anteriores, con un CNE no equilibrado o mejor dicho formando parte de la maquinaria del régimen. No creo ni en profetas ni en mesías, el único, Jesús Cristo; sí creo en un posible liderazgo que se enfoque en los problemas económicos y sociales que presenta Venezuela desde hace mas de 50 años, sin crear falsa expectativas o ilusiones en la población, ni dar falsas esperanzas, como lo ha realizado este régimen en sus 15 años de existencia. Un Líder que luche realmente contra la corrupción y que se apoyen en poderes libres, quienes podrán ejercer sus funciones basados en la constitución, conciencia, honestidad y honorabilidad.

    Atte, Carlos José Trejo Scorza

  2. Te aplaudo de pié…gracias por colocar línea a línea cada uno de mis pensamientos y percepciones. Llegue a pensar que estaba loca. Ya escribí una vez, la lástima que me causa la facilidad con la que nuestra «oposición» se monta a tropezones en el autobús exprés de «salidas», que terminan siendo accidentes fatales. Pareciera que nos negamos a hacer en trabajo interno como sociedad y lograr el cambio de perspectivas necesarias que nos den con el camino correcto. Juliococo también es mi profeta; y ahora, tu también lo eres.

  3. Totalmente de acuerdo en que la salida debería ser democrática. El GRAN problema es que el poder electoral no es justo ni imparcial. Cuándo y cómo crees tú que ellos van a soltar el coroto luego de elecciones?? También creo que el rumbo original de la protesta se ha desviado. La gente ahora discute cómo y cuánto falta para la salida de Maduro….y mientras tanto languidece y se diluye la pelea y la demanda por paz, libertad, seguridad, comida y medicinas. No sé si a muchos se les olvida que cuando salió Chávez, entró algo peor….O acaso no saben quién está calladito esperandito su turno en el trono? Quien piensa que peor que Maduro no puede haber, que lo piense bien dos veces…

  4. Al igual que Ud. y con la misma seguridad, es que por ahora, este señor Julio Jiménez, ha logrado hacer una ruptura necesaria y ha dejado en evidencia, la decadencia y la falta de creatividad de nuestros «polos» políticos, donde se sigue luchando por hacer una Venezuela de dos tonos, cuando en realidad en tan variopinta como la mezcla de los colores de nuestra tan estropeada y mal usada bandera. Me uno a su critica y la apoyo, porque sin duda sólo con Inteligencia y Paz, recuperaremos y construiremos la Venezuela para nuestros hijos… y como el desconocido que soy le dejo un lugar donde conocerme…

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