Dos fotografías

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  Hay dos fotografías hoy en la prensa nacional que nos llaman la atención. La primera aparece en la primera página de El Nacional: una mujer sale de un supermercado, tiene un gesto de estupor, como si no creyera lo que le ocurre. Va cargando cuatro paquetes de Harina Pan y los va cargando contra su pecho porque no tiene una bolsa donde llevarlos. ¿Y por qué no tiene una bolsa? Pues porque en este país de la escasez también escasean las bolsas de plástico. La escasez, dice el diario, obedece a la falta de materia prima para elaborar las bolsas en el país ya que las importadas resultan mucho más caras.

  Hablando de escasez, leo en Últimas Noticias: “Los industriales aseguran que tienen prendidas las alarmas”. Advierten que la escasez se puede acentuar mucho más. La falta de materia prima y de divisas retrasa el proceso de producción de bienes.

  Y, siguiendo con la escasez, nos llama la atención “la frase del día,” del diario El Universal, atribuida hoy nada menos que a Rafael Ramírez, quien afirma: “El desabastecimiento que se está provocando (…) lo atenderemos, si es necesario quemar todas las divisas en eso lo haremos”. La frase es importante porque si bien dice que el desabastecimiento es provocado, entiende que con divisas se puede atender. Y nos llama la atención que utilice el verbo “quemar” para referirse a las divisas. ¿En esas estamos, quemando, echando los restos?

  Ramírez dio ayer una rueda de prensa y en esta se brindaron algunas informaciones por demás importantes que hoy recoge la prensa nacional. Por ejemplo, “PDVSA entrará a nuevo mercado del dólar oficial”, gran titular en El Mundo. Ramírez confirma que la petrolera será la principal oferente en el esquema que aliviará a Cadivi.

  Y hay una nota que no viene en la edición impresa de El Nacional, pero si en su página web, con la firma de Andrés Rojas Jiménez; dice Rafael Ramírez: “Hay espacios de Guyana donde no hay posibilidad de desarrollo petrolero. Si bien aclaró que se trata de un tema que compete al Ministerio de Relaciones Exteriores, explicó que por tratarse de un tema de su competencia no ha estado ajeno a participar en las conversaciones entre ambos países”. Y dice esta perla: “No es precisamente Guyana quien ataca a nuestra soberanía y eso es lo que más tratan de destacar los medios de comunicación, porque tratan de agitar que estamos cediendo nuestras cuestiones limítrofes. Quienes atentan contra nuestra soberanía son las trasnacionales como Exxon Mobil  y Conoco- Phillips con el tema de los arbitrajes”.

  Curiosa esta visión. De manera tal que Guyana no nos ataca, no nos quita territorio. Guyana es prácticamente una nación hermana, según este criterio.

  Y ya que tocamos el tema de la soberanía, es bueno subrayar estos conceptos que emitió ayer Nicolás Maduro; son el gran titular en El Correo del Orinoco: “Maduro acusó a la derecha de aplicar ahora un plan peor que el usado contra Chávez”. Según él  “EEUU le ordenó a la oposición hacer ‘crujir la vida social y económica del país”. “La derecha venezolana, en vez de evolucionar basándose en los conceptos de la Constitución, nos ha demostrado, sobre todo este año 2013 que han retrogradado (sic) al 2002. Digo más: la derecha venezolana está en este momento esgrimiendo un plan peor aún que el que aplicaron contra Hugo Chávez”. Y para rematar dijo: “Sabremos la verdad sobre la muerte de Chávez”. Insistiendo, suponemos, en que lo asesinaron.

  En medio de esta hueca perorata, ¿cómo se maneja el tema de la soberanía? ¿Cuál es la seriedad que se tiene ante las temas que se están planteando?

  Y, ya que hablo de la seriedad aparente que frente a asuntos trascendentales manifiesta la gente del régimen, me ocupo entonces de la segunda fotografía que mencioné al principio de este comentario.

  Aparece en la última página del diario El Mundo, y aquí vemos a Adel El Zabayar, el diputado del PSUV que se fue a pelear a Siria. Luce una ajustada franela verde oliva, que le deja ver que un tanto panzón, evidenciando que todavía no ha entrado en el rigor del correr y el trotar propio de las actividades militares. Tras él, un ambiente árido, desértico. Esgrime un fusil y una sonrisa. Ninguno de los que le acompañan en la foto sonríe; asumo yo que tienen ya rato echando plomo. Pero éste, que por lo visto partió con algo de espíritu aventurero, sí luce risueño, feliz. Si este señor se va a Siria dizque a defender la dignidad del pueblo sirio, siendo un diputado venezolano, y lo hace en medio de risas y ligerezas; si él no se lo toma en serio, ¿por qué han de tomárselo en serio los demás? ¿Por qué hemos de tomarnos en serio, como decíamos, la perorata de Nicolás Maduro una vez que denunció que ahora Estados Unidos le ordenó a la oposición hacer “crujir la vida social y económica del país”?

  Seamos serios, Maduro, la verdad por delante: ¿no es usted quien la está volviendo añicos?

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